Un sitio donde reflejo los momentos buenos, malos, emotivos y graciosos que me han tocado vivir
miércoles, 25 de agosto de 2010
JAÑO Y SU AMIGO PEPE
JAÑO ES MI HERMANO MENOR. UN REBELDE, UN TIRO AL AIRE, UN TIPO MUY GRACIOSO Y UNA BUENA PERSONA, AUNQUE A VECES ESTO ÚLTIMO "LO DISIMULA MUY BIEN".
YO ME QUEDO CON SU PARTE BUENA, PORQUE A LA HORA DE HACER BROMAS, SIEMPRE SE CARACTERIZÓ POR NO MEDIR LAS CONSECUENCIAS.
AL MENOS, ESO ES LO QUE SUCEDÍA CUANDO VIVÍA EN JUJUY Y COMPARTÍA SUS MOMENTOS DE OCIO CON SU AMIGO PEPE.
PEPE ERA EL CLÁSICO LUGARTENIENTE DE UN SÚPERHEROE. SIEMPRE A SU LADO. FIEL. PARA LO POSITIVO Y LO NEGATIVO. UNA ESPECIE DE SANCHO PANZA PARA UN DON QUIJOTE LOCO. ¿LOCO?. LOQUÍSIMO...
SE HICIERON AMIGOS DESDE EL JARDÍN DE INFANTES Y PESE A QUE AHORA ESTÁN EN CADA PUNTA DEL PAÍS: MI HERMANO EN SANTA CRUZ Y PEPE SIGUE EN JUJUY, CONSERVAN LA AMISTAD Y LA RESUCITAN CUANDO SE ENCUENTRAN.
TODO LO QUE HACÍA MI HERMANO, LO COPIABA PEPE. TANTO ES ASÍ, QUE CUANDO JAÑO SE PREPARÓ PARA TOMAR LA COMUNIÓN, PEPE TAMBIÉN DECIDIÓ HACERLO, PARA IR JUNTOS A CATECISMO.
CUANDO CRECIERON, SIGUIERON SIENDO CÓMPLICES DE LAS TRAVESURAS. AUNQUE A VECES, MI HERMANO SE JUNTABA CON OTRO AMIGO, LUÍS, Y AMBOS SE UNÍAN PARA HACERLE BROMAS A PEPE, EN LAS QUE EN ALGUNAS OPORTUNIDADES, DE MANERA INVOLUNTARIA, CAÍAN TAMBIÉN SUS FAMILIARES.
EN LA ÉPOCA DE LA DICTADURA, CUANDO LA PALABRA "COMUNISMO" ERA TABÚ Y HASTA PODÍA COSTARLE LA VIDA A QUIEN LA MENCIONARA O SE REVELARA COMO UN PARTIDARIO DE LA CAUSA, MI "HERMANITO" PONÍA CARTELES EN EL BARRIO, INVITANDO A "UNA REUNIÓN COMUNISTA", Y DABA LA DIRECCIÓN DE LA CASA DE PEPE.
SE VE QUE LA POLICÍA DEL LUGAR SABÍA QUE LA FAMILIA DE ESTE CHICO NO HACÍA ESTAS REUNIONES, DE LO CONTRARIO, LO PODRÍAN HABER PASADO MUY MAL.
EN OTRAS OCASIONES, PONÍA CARTELES CON OFERTAS DE MERCADERÍAS A MUY BAJO PRECIO. Y COMO SIEMPRE, CON LA DIRECCIÓN DE PEPE.
LO MÁS GRACIOSO ERA CUANDO LA GENTE, INTERESADA POR LAS OFERTAS, IBA A LA CASA DE PEPE A COMPRAR Y SALÍA SU MAMÁ, EXTRAÑADA, A EXPLICAR QUE NO EXISTÍA "TAL OFERTA". LA POBRE SEÑORA, QUE CONFIABA EN EL AMIGO DE SU HIJO, SE LO CONTABA CON TODA INOCENCIA: "HOY VINIERON MUCHOS VECINOS A COMPRAR VINO EN DAMAJUANA Y PAPEL HIGIÉNICO, Y YO NO SÉ DÓNDE SACARON ESO".
MI HERMANO, AGUANTANDO DE NO REIRSE, VENÍA DESPUÉS A CASA Y LO CONTABA, A CARCAJADAS.
UN DÍA ESTABA JAÑO EN LO DE PEPE Y SE LE OCURRIÓ ORINARLE EL AGUA CON EL QUE IBAN A HACER EL MATE COCIDO. POR SUPUESTO, LO HIZO A ESCONDIDAS. LO QUE NO IMAGINABA ES QUE EN ESE MOMENTO LLEGÓ LA MAMÁ Y SE SUMÓ A LA MERIENDA. MI HERMANO, COMO ES LÓGICO, SE EXCUSÓ DE COMPARTIRLA CON ELLOS. QUÉ ATORRANTE.
A VECES CREO QUE POR HABER "BEBIDO" ESE MATE COCIDO, ESA FAMILIA LO QUERÍA TANTO A JAÑO. PORQUE LOS MALTRATABA Y NO SE DABAN CUENTA.
OTRA TRAVESURA TERRIBLE Y QUE PODRÍA HABER SIDO FATAL PARA UN CARDÍACO, FUE LA QUE LE HICIERON JAÑO Y LUÍS A PEPE Y LOS SUYOS.
NUNCA SUPE DE DÓNDE LA SACARON, PERO UNA NOCHE, MUY TARDE, LOS MUY PILLOS, DEJARON EN LA PUERTA DE ESTA FAMILIA, LA CABEZA DE UNA VACA.
ME IMAGINO EL SUSTO QUE SE HABRÁ PEGADO EL PADRE DE PEPE, AL SALIR A TRABAJAR AL DÍA SIGUIENTE, DE MADRUGADA, Y ENCONTRARSE CON ESO EN LA PUERTA.
LA MAMÁ DE PEPE LE ECHÓ LA CULPA A UN VECINO, PENSANDO QUE "LE HABÍA HECHO UNA BRUJERÍA". Y ELLA, MUY INOCENTE, SE LO COMENTÓ EN CONFIANZA AL VERDADERO AUTOR, ES DECIR "MI HERMANITO".
PEPE, QUE A ESTA ALTURA YA DUDABA DE JAÑO, LO ACUSÓ DE SER EL MENTOR DE LA BROMA PESADA. PERO MI HERMANO, CON UNA CARADUREZ INCREIBLE, SIEMPRE SE LO NEGÓ. Y ASÍ LO HIZO TODA LA VIDA.
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9 comentarios:
Yayi: lo recuerdo muy bien a Jaño, era cuando lo conoci, muy gracioso y gamba. Me acuerdo que mi hermana menor, hoy psicologa, le agradaba mucho su personalidad. Me perdi un gran cuñado...
Muy buena la historia, refleja lo que me acuerdo de el. Un saludo a Jaño.
Jorge: Jaño no es el que pensás. Del que te referís es Ángel, quien se hizo amigo de tu hermana.Gracias por seguir mi blog.
Jaño,Oscar..wherever,siempre le sobro chispa.Mi vieja nunca se cansa de decir que es un talento desperdiciado.....y si uno le presta un poquito de atencion a nuestro entretenimiento actual(no me incluyan,no veo tv abierta),no puede dejar de darle razon!.
Sergio: Es verdad, es un talento desperdiciado. Es muy ingenioso. Saludos.
Yayi: te equivocas. Yo lo conoci a Jaño, recuerdo que era alto y rostro moreno, muy ingenioso, gracioso y con un talento prometedor.
Conocí a Angel, hincha como yo de San Lorenzo de Almagro y a Jaño hincha de River. Conocí a los dos. Igualmente no recuerdo quien se hizo amigo de Monica,mi hermana.
Los recuerdo con cariño. Lo mejor para ellos, excelentes personas, que estuvieron firmes al lado mio cuando en el 83, estuve ocho meses enyesado de mi pierna izquierda y perdido todo, todo, trabajo y novia, el tercer año del Circulo de La Prensa, etc....Igual no tengo resentimientos de lo contrario no estaría escribiendo esto. Siempre valoré tu labor, desde que empezaste en Perfil. Y no me equivoqué. El tiempo me da la razón.
Jorge
Jorge: Mi hermano Jaño ya no es más hincha de River. Aunque no lo creas, se hizo de Boca el "muy traidor". Gracias por acordarte bien de ellos, son mis hermanos y los quiero muchísimo. Saludos.
Conocí a Jaño hace 15 años en El Calafate. Yo estaba de vacaciones y él era artesano en la feria de esa ciudad. Luego de un fugaz pero no menos importante cruce de miradas al yo bajar del micro, el azar o el destino quiso que coincidiéramos esa noche en una suerte de hostería llamada “La cueva”. Con ese nombre, imaginen, amigos, lo que eran los especímenes que se hospedaban en ese lugar…Toda buena gente, mochileros todos (como yo en aquel momento), llenos de ideales y con un sentido de la solidaridad que yo pocas veces volvi a encontrar. Jaño era uno de ellos.
En “La Cueva” se estaba de juerga todas las noches. Si no era asado, era cordero, buena música y baile hasta altas horas de la madrugada. Yo viajaba con mi amiga Andrea y El Calafate era el punto de partida de nuestro primer viaje mochila a cuestas. Teníamos 19 años y recién habíamos terminado la escuela secundaria. Como quien dice, estábamos rompiendo el cascarón. Yo por lo menos sentía que empezaba a darme cuenta que había algo más que Buenos Aires en la tierra, algo más que mi barrio, mis amigos, mi noviecito de la secundaria…. Y en El Calafate me enamoré de Jaño. Sin preámbulos me invitó a bailar y media hora después me besaba casi con insolencia en la pista de baile improvisada en La Cueva como todas las noches. Fiel a su estilo, acto seguido me invita a dormir en su carpa pero con la condición de que su acompañante me aceptara. Los triángulos nunca me gustaron, pero esa vez la curiosidad pudo más y pregunté quién era ese acompañante misterioso…hombre? Mujer? “vení que te lo muestro” me dijo decidido. Tomó mi mano y casi me arrastró hasta el patio trasero de la hostería donde él tenía su carpa. Abrió la puerta de su tienda y me dijo con tono vehemente: “ Te presento al Puma: si él te acepta podés dormir conmigo”. Yo lo único que atiné a ver en la oscuridad alumbrada por su linterna fue a un cachorro de aproximadamente un mes que me miraba con unos ojos dulcísimos…mientras estuve fuera de la carpa. Cuando entramos a la misma hubo que hablarle bastante al Puma para convencerlo, y hubo que hacer otro tanto para que durmiera un rato fuera de la carpa mientras yo me entregaba a los brazos de Jaño….y si, era entendible, él estaba acostumbrado a no compartir a su amo y yo en definitiva, era una extraña esa noche….Acepté estoicamente mi papel y me decidí a conquistar al Puma en los días venideros convencida de que si me ganaba su aceptación, el amor de Jaño estaba asegurado.
Fueron 4 o 5 días felices para mi, ya casi no recuerdo cuantos, pero si recuerdo la felicidad que me trajeron. Tenían el sabor de la intensidad de aquello que sabemos que tenemos que disfrutar a full porque en un par de días partimos con otro rumbo. Era marzo de 1995. No existía Internet y las comunicaciones todavía se daban a la vieja usanza, o por tel o por carta. 4 días, eso era solo lo que teníamos para conocernos, explorarnos, disfrutarnos. Mi estadía en El Calafate era fugaz ya que resultaba un paso obligado para el viaje que con Andrea habíamos planeado y Jaño se venía para Buenos Aires a buscar insumos para su trabajo. Comentó así como al pasar que en Palpalá estaba su familia y que en Buenos Aires vivía su hermana Yayi. Cada tanto él venía a la calle Libertad o Uriburu a comprar piedras para armar sus artesanías y paraba en su casa “cerca de la sede del partido comunista”. Lo decía como si todos los ciudadanos porteños fuéramos a saber donde quedaba la sede de ese célebre partido político, como quien nombra al Obelisco o al Congreso para marcar un punto de referencia. Yo no tenía ni idea donde quedaba ese lugar, pero poco importaba porque estaba completamente cautivada por ese espíritu rebelde que anidaba en esa larga cabellera de mi nuevo Adonis con mascota y todo.
Cuando leí las que pasó el amigo Pepe y su familia en Jujuy a causa de ese espíritu rebelde y ocurrente, no pude más que reírme y recordar a jaño con una sonrisa como siempre lo hago cuando cada tanto lo evoco. Miren si no: a la mañana siguiente cuando desperté a él abrazada, cual caballero galante e interesado en complacer a su dama, con el mismo tono vehemente y decidido con el que me había anunciado la presentación del Puma, me invita a dar un paseo en auto. Acto seguido, aclara que el auto es de su amigo y que el mismo será de la partida. “ otra vez los triángulos con este pelilargo” pensé yo, pero como a esa altura eso ya había dejado de ser un problema ( ¿y quien a los 19 años se va a hacer problema por un amor fugaz de verano al que no se le da más tiempo de vida que 3 días?) lo seguí cautivada por sus encantos. (Esos que suelen tener los pícaros atorrantes que a mi me resultan tan seductores en los hombres…). Resultó que el auto de su amigo era un falcon destartalado del año del ñaupa , oxidado, viejo, que tenía en el techo unos fierros largos que en cada corcoveo del auto se iban hacia adelante y había que bajar a buscarlos porque se iban para adelante y si no caían al suelo, tapaban la visión del conductor.( sin contar que cada uno de los viajantes tenían que sostener por voluntad propia cada uno su puerta porque no cerraba). Menos mal que Andrea nos había acompañado y formaba parte de la partida, porque si no , todavía creo que estoy riéndome dentro de esa suerte de vehiculo… Lo más gracioso era que jaño y su amigo iban en el auto cual caballeros dandies que pasean su BMW descapotable por las calles de Ocean Drive con sus chicas para impresionarlas. Yo creo que esa actitud era la que volvía loquísima y divertida a la situación. Esto que cuento pinta de cuerpo entero a jaño creo.
Terminado el plazo de la historia feliz, cada uno partió con los rumbos prefijados. Yo a seguir mi viaje, Jaño a continuar con sus compras porteñas. Era 10 de marzo y yo planeaba estar en Buenos Aires el 28 de ese mes. Como les dije, las comunicaciones no eran lo que son hoy: no twitter, no facebook, no nothing, just tel or regular mail. Jaño me pidió el tel y me prometió que el 28 de marzo me llamaría. Recuerdo que lo extrañé en los días siguientes, que si bien disfruté del viaje y mucho, a medida que pasaban los días quería que fuera 28 para estar en Buenos Aires. Quería volver solo para verlo, para volver a estar con él porque me había enamorado. Todavía puedo sentir esa ansiedad en el pecho que parece que te quema por volver a ver al ser amado, por sentir su piel, sus caricias, sus besos cuando recuerdo ese viaje. No logro recordar con la misma intensidad ni los lugares maravillosos que conocimos, ni la escalada al chaltén, ni la llegada a laguna del desierto….
El 28 de marzo a las 10 de la mañana abrí la puerta de mi casa en Buenos Aires. Y a las 6 de la tarde estaba encontrándome con Jaño en la Plaza Congreso, porque ahora acá yo jugaba de local, y no tenía tiempo de buscar en una guía donde quedaba la sede del partido comunista. Me urgía volver a verlo. Así nos vimos unas cuantas veces por un lapso de 4 o 5 meses. Llegó el invierno y yo ya me estaba convirtiendo en una rígida y estructurada estudiante de medicina que encontraba incompatibles sus ideales con esa forma hippie y rebelde de su enamorado. Evidentemente yo ya quería lo que tengo hoy: una familia estable, llena de alegría , calma, sosiego y tranquilidad. Por suerte dejé la medicina y me dediqué a las letras y a la docencia que es lo que amo, pero no estaba en mi esencia vivir como nómade siguiendo a un hombre que en ese momento no me daba seguridad pero que a la vez me despertaba admiración por esa convicción que tenía para construir su camino. Detrás de esa imagen de hippie rebelde yo veía a un hombre hecho y derecho que tenía los pies en la tierra y sabía lo que quería para su vida. Ser tauro en el horóscopo lo ayudaba y sus ya 27 años en aquel entonces debían hacer sonar la llegada de los 30 aunque él se empeñase en rebelarse contra ese destino inevitable. Jaño quería vivir en un lugar donde su arte “valiera”, donde le pagasen lo que su arte merecía. Quería alquilar una casa en El Calafate para poder tocar la batería sin que ningún vecino” le rompiera las pelotas”. Tenía clarísimo que eso era lo que quería para su vida y parecía dispuesto a lograrlo.
Guardo de Jaño estos recuerdos que son lindísimos, un par de fotos suyas y también una pulsera que me regaló cuando nos despedimos. Ojalá haya podido concretar su sueño de vivir en El calafate y tocar la batería y que le paguen bien por sus artesanías. A veces lo imagino también a él con una familia y en todos estos años, cada vez que miro las fotos de ese viaje no puedo más que preguntarme¿ que será de la vida del Jaño?
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