domingo, 22 de junio de 2014

LOS JUGADORES TAMBIÉN CANTARON "BRASIL, DECIME QUÉ SE SIENTE..."

Los jugadores de la Selección Argentina también se prendieron con el tema "Brasil, decime qué se siente...", al ritmo de Los Totoras, en el predio de Belo Horizonte.




"BRASIL, DECIME QUÉ SE SIENTE...", EL HIT DEL MUNDIAL 2014





















Esta es la Selección Argentina, a la que hay que apoyar. Es cierto, no se está jugando bien, pero a poco va a ir encontrando el camino.
Con los grandes jugadores que tiene, todos esperábamos el juego bonito, la gambeta, los sombreritos, los goles de emboquillada, los goles de pizarrón. Los goles.
Ya vendrán esos goles y el despertar de las estrellas de la celeste y blanca.
Se ganaron los dos partidos y el equipo ya está en octavos de final. Y eso es lo que importa.
Lo mejor está por venir, lo intuyo.
Y mucho tiene que ver esa maravillosa hinchada, que sigue la Selección a todas partes. La que banca al plantel. La que se sacrificó, en la mayoría de los casos, para estar en Brasil. La misma hinchada que convirtió en hit el tema "Brasil, decime qué se siente"...


Así cantó la gente en el banderazo previo al partido ante Bosnia.


Pero la locura siguió en las playas, donde hasta los brasileños, pese a que está "dedicada" a ellos, se prenden en el revoleo de banderas, remeras o lo que se tenga a mano...Esto sucedía en Copacabana...


Antes del partido ante Irán, los argentinos volvieron a dar la nota con el hit del Mundial...


Tras el gol agónico de Leo Messi y el pitazo del final del partido ante los iraníes, el "Brasil, decime qué se siente...", se seguía cantando con el corazón...

Por eso, aquí va la letra, para que todos sigamos cantando, estemos donde estemos...

"Brasil, decime qué se siente
tener en casa a tu papá...
Te juro que aunque pasen los años,
nunca nos vamos a olvidar...
que Diego los gambeteó, el Cani los vacunó,
están llorando desde Italia hasta hoy...
A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer,
Maradona es más grande que Pelé".

sábado, 7 de junio de 2014

AMO SER PERIODISTA

Hoy es mi día. Hoy es un día para agradecerle a Dios y a mucha gente, haber llegado a ser Periodista.
No podría dedicarme a otra cosa, salvo que esté relacionado con el Periodismo.
Hace 36 años que trabajo como periodista. Con algunos intervalos, pequeños, por suerte. Porque lo llevo en el alma y le dediqué mi vida.
Sólo yo sé y algunas de las personas que me rodean, lo que le dedico día a día a esta profesión.
Tiene la particularidad de la sorpresa.
Nunca es igual, aunque la tarea de escribir sea la misma. Pero es distinta porque todos los días suceden cosas de las que hay que hablar y escribir. Y de esa manera, es imposible aburrirse.
Este carnet que muestro (ocultando los datos personales), lo saqué en junio de 1989, cuando trabajaba en la revista "La Revista". Porque como no nos daban una credencial del medio, cuando había que cubrir algún acontecimiento que no fuera una entrevista cara a cara, tenía que estar al lado del fotógrafo, para justificar que era periodista y me dejaran ingresar.
Lo saqué en el Ministerio de Trabajo, pero nunca lo renové, pese a que en el interior del mismo, decía que había que hacerlo cada dos años.
Sucede que ese mismo año, y un poco después de contar con el carnet, me despidieron de la revista y en septiembre ingresé como productora del noticiero "Nuevediario", en Canal 9. Y ya no lo necesité.
Tampoco fue necesario cuando en algún momento, los fines de semana, cubría como periodista los partidos más importantes de Primera División. Con tener la credencial del club, era suficiente.
Y si había alguna otra nota que surgiera, generalmente policiales, con el cubo del noticiero en el micrófono, ya no se necesitaba nada más.
No me voy a extender demasiado. Mi intención en este día, tan especial para mí, es agradecerle a todos los que voluntaria e involuntariamente me ayudaron en esta profesión.
Los primeros, mi familia. Porque desde los 7 años, que empecé con esta ilusión, nunca se opusieron y me alentaron a seguir adelante.
Aunque, después del final del Secundario, mi papá me dijo que todo lo que hiciera desde ese momento, iba a tener que pagármelo yo, no desistí y continué sin detenerme. Y lo valoro, porque eso me endureció y me hizo muy independiente.
Pude pagarme los estudios con mi trabajo. Y hacerlo, la mayoría de los veces, en diarios, agencias de noticias y revistas, me ayudó a crecer profesionalmente.
Sé que me voy olvidar de algunas personas. Desde ya les pido disculpas. Pero voy a mencionar a los que me permitieron trabajar de periodista.
Primero a Enrique Paz, que era el jefe de redacción del diario Pregón, en Jujuy.
Esto fue en abril o mayo de 1978.
Yo había terminado el Secundario el año anterior y como mi mamá no quería que viniera a Buenos Aires (donde yo quería estudiar sí o sí) tan joven, le dije que iba a quedarme un año más.
Tampoco iba a quedarme quieta. Así que un día fui al diario, pedí hablar con el jefe, que era "Quique" Paz y le expliqué que iba a estudiar Periodismo, pero le solicité que me dejara ver cómo era ese mundo.
No le estaba pidiendo trabajo. Sólo quería ver trabajar en la redacción y en la calle a los periodistas.
Gratis, por supuesto. Como un entrenamiento.
Pero él, no sé qué vio en mí, que me dijo que podía tener la oportunidad de trabajar con ellos, si hacía una nota y se publicaba en el diario.
Me mandó a hacerle una nota, no recuerdo a qué funcionario. Y como, aparentemente, la hice bien y se publicó en el diario, empecé a trabajar con ellos.
Fue una experiencia maravillosa, porque todos allí, gente grande, me trataron como a una hija y me respondían todas las preguntas que les hacía sobre el ejercicio de la profesión.
Si bien no duré mucho en ese trabajo, les agradecí a todos, y para siempre, la gran oportunidad.
Al fin de cuentas, yo quería estudiar. Porque aunque todos mis compañeros me decían que no era necesario estudiar para periodista, porque según ellos, el "Periodismo se hace en la calle", yo entendí que debía aprender a hacerlo, tanto en una redacción, como en un noticiero, en una radio. En cualquier lugar.
Al año siguiente, me vine a Buenos Aires a estudiar Periodismo. Lo hice en el Círculo de la Prensa.
A su vez, trabajaba como corresponsal de un nuevo diario en Jujuy, "Pautas". Y trabajaba en la Sección Deportes de la Agencia Noticias Argentinas, donde cubría todo tipo de actividad deportiva, incluso Boxeo.
Es que me ilusión, después de leer las maravillosas notas de Osvaldo Ardizzone en "El Gráfico", era ser periodista deportiva.
Pero como en esa época, no había muchas mujeres que se dedicaran a eso, me iba a sentir marginada. Por eso, en lugar de inscribirme en la Escuela de Periodismo Deportivo, como lo iba a hacer al principio, me anoté en el Círculo de la Prensa, donde iba a tener una enseñanza general, para trabajar en cualquier rubro.
En el año 80', cuando se frustró mi casamiento, decidí volver a recomponerme a Jujuy. Mi familia no me dijo nada y ese fue el mejor apoyo.
Con los dos años que tenía de estudios en Periodismo, fui a pedir trabajo en El Tribuno de Jujuy. Allí trabajé algo más de dos años, donde tuve que soportar la marginalidad por "haber estudiado". Y terminaron echándome, lo cual, dentro de todo, fue un favor que me hicieron.
Aquí debo agradecerle a la Revista "Humor", mi favorita, que publicó como nota, algo que escribí como una carta de lectores: "No me orinen la provincia".
Eso me entusiasmó a seguir con mis sueños. Porque así como lo cuento ahora, como una anécdota, no es nada lindo que te despidan y a mí me dolió que mis comprovincianos me sacaran la "tarjeta roja". Y me prometí a mí misma, no volver nunca más a intentarlo en Jujuy.
En el fondo sentía, que Buenos Aires era mi meta y en esa ruta puse todos mis sentidos.
El otro agradecimiento de ese momento, es para Adolfo Rocassalvas, un compañero de estudios y amigo, a quien le escribí consultándole si conocía a gente de algún medio que podría darme trabajo.
Él me entusiasmó que viajara, que tenía un amigo, un profesor nuestro en el Círculo de la Prensa, que tenía muy buenos contactos en distintos medios.
Viajé a Buenos Aires, fui a ver a ese profesor y él me contactó con "Pancho" Loiácono, que era el director de la revista "Casos", en la Editorial Perfil, donde estaban necesitando cronistas.
Aquí sumo mi agradecimiento a Loiácono, un gran tipo, con quien aprendí mucho del Periodismo de Espectáculos. Y Carlos Llosa, a quien leía y admiraba en "Humor", y era el jefe de redacción.
Mientras la revista estuvo en la calle, porque la cerraron y a mi me mandaron a "Tal Cual", en la misma editorial, pude contar con el apoyo de esos dos profesionales.
También le agradezco a Rubén Tizziani, que me dio trabajo en la incipiente revista "La Revista", que tenía la onda de "Hola", hasta que las malas influencias, hicieron que me echaran de ese lugar.
Pero como Dios siempre tuvo para mí algo mejor. Apareció Horacio Larrosa, que me llamó para trabajar como productora en "Nuevediario".
Una experiencia nueva y a la cual, sin embargo, le puse mi espíritu y mi cuerpo. Y lo seguí haciendo, en los distintos noticieros de Canal 9, con nombres y jefes diferentes, hasta el actual "Telenueve".
Por ser el lugar donde más "me aguantaron" y se volvió mi segundo hogar, le doy un agradecimiento muy especial a Horacio Larrosa, quien me enseñó aquello de: "El periodista lo es los 365 días del año y las 24 horas del día".
Eso lo adopté para toda la vida. Por eso duermo apenas 3 o 4 horas por día, durante la semana. Porque necesito estar siempre informada. El día que deje de actuar de esa manera, habrá llegado la hora de retirarme de la profesión.
Asimismo le agradezco a Gustavo Siegrist, segundo de Larrosa en esa época, con quien no tuve buena relación al principio, pero después respetó mi trabajo y dedicación, y con quien terminé siendo amiga, a la distancia.
A Gustavo le agradezco además, por su consideración y respeto en el breve tiempo que estuvo a cargo de Telenueve, en los últimos meses de 2013 y comienzos de 2014.
Otros agradecimientos para Ricardo Cámara, por ser un señor, en el tiempo que fue director de "Azul Noticias".
A Emilio Giménez Zapiola por reconocer mi trabajo y el año pasado, me dio la sorpresa de elegirme para la recategorización a redactora, tarea que ya venía haciendo desde hacía mucho tiempo.
Con Emilio coincidimos en el amor por los animales. Así que siempre tuve vía libre con las notas que tuvieran que ver con animalitos.
También le agradezco al Vasco Landerreche, cuando lo tuve de jefe en los noticieros del fin de semana. Con él, no sólo pude trabajar con libertad, sino que además se prendía con la diversión. Hacía chistes, bailábamos y hasta jugábamos al fútbol en la redacción.
Otra persona que sumo a mis agradecimientos es Marcelo Antín, que lo tuve como jefe en el noticiero del Amanecer. Y aunque después fue enviado a llevar adelante la producción del noticiero de la tarde, siempre conté que estuviera atento a mis propuestas de notas. Y ahora, que es el responsable como director del noticiero, sigue actuando de la misma manera.
También le agradezco a Pablo Scorofitz por tenerme en cuenta como profesional y valorar mi trabajo. Y porque, las veces que tuve que estar a su lado, en la sala de control del noticiero, nunca me maltrató por no estar acostumbrada a hacer ese tipo de tarea.
También le agradezco a todos los jefes que me echaron. Porque aunque sufrí horrores, a la larga, siempre conseguí algo mejor.
Por último, agradezco a todos los amigos periodistas que fui cosechando a lo largo de mi vida: Marisa Cortés, Héctor Maugeri, Luís Rodríguez, Luis Romero, Hugo Ropero, Rebeca Peiró, Chiche Ferro, Alejo Rivera, Guillermo Andino, Mabel Marchesini, Cristina Pérez, Pedro Ibáñez,  Anita Stollavagli, Alejandra Maroto, Alejandro Labrone, "Chicho" Verdi, Sergio Castro, Mariana Dahbar, María Contartese, María Guerra, Luís Grimaldi, aunque algunos, por uno y otro motivo, no veo hace tiempo. Y a toda la gente que me tiró buena onda a lo largo de estos 25 años en Canal 9 y en el resto de los medios donde trabajé, que son un montón.
A todos, mis bendiciones. Y Feliz Día del Periodista...