lunes, 11 de abril de 2022

LA "MISA DRACULERA" VOLVIÓ A SONAR EN EL LUNA PARK

 






Por 16° vez volví a ver "Drácula", el maravilloso musical creado por Pepito Cibrián y Ángel Mahler allá por 1991, y siempre con el protagónico indiscutible de Juan Rodó.

A un poco más de 30 años de su creación y derrotero por varios lugares de la Argentina y el mundo, volvió durante los 10 primeros días de abril de 2022, al Luna Park, que lo vio nacer, cuando aún estaban como sus dueños, Tito Lecture y su tía Ernestina.

Nadie había hablado de su retorno, pero es tan fuerte su atracción, que la obra se puede vender sola, sin publicidad, cada vez que la reponen.

Desde el distanciamiento entre Pepito y Mahler, nadie hubiera imaginado que la vuelta podía ser posible y yo era una de las fanáticas que más lo sentía.

Hasta que los amigos y exsocios se amigaron.

Unos 2 meses atrás, cuando volvía a casa y desde el taxi vi el cartel del regreso, de inmediato compré la entrada para estar en un lugar de privilegio: fila 3 y asiento 25.

Elegí el último día de presentación porque ya iba a estar de vacaciones y quería disfrutarla descansada.

También deseaba ser testigo de la que sus creadores dijeron que iba a ser "la última noche en Buenos Aires", la definitiva, aunque al estilo Chalchaleros, iba a continuar de gira por el interior de la Argentina y el exterior.

Si bien la esencia nunca cambió, en cada reposición, siempre hubo algo diferente.

Desde hacerla en un Luna Park que estaba preparado para el box, pero que de buenas a primeras se convirtió en Transilvania y Londres, hasta hacerla en espacios más reducidos de los teatros.

Además del regreso al protagónico original femenino de Mina, a cargo de Cecilia Milone, lo que me sorprendió fue el ida y vuelta con el público, formado por miles de fanáticos y los que descubren el musical por primera vez y quedan prendados para siempre.

Nunca escuché a nadie que la vio, que me dijera que no le gustó. Si fuera así, fue al teatro con una depresión previa. De lo contrario, imposible que eso sucediera.

Recuerdo que en todas las versiones anteriores, al único que se ovacionaba ante cada interpretación, era a Juan Rodó.

Saltabas del asiento, nos salía de manera natural, directamente del corazón, para quedar con las manos ardidas de tanto aplaudir.

Pero lo que me sorprendió esta vez fue que desde el comienzo y hasta el final, hubo aplausos a las actuaciones individuales de cada uno de los artistas, incluso se ovacionó la imagen de "Drácula", desde las escaleras altísimas, con su capa levantada, amenazante, cuando aún no había abierto la boca.

Ángel Mahler, desde su vuelta a la dirección musical, como en el principio, porque en las últimas reposiciones estuvo a cargo de su hijo Damián, supo encontrarle la vuelta para darle el tiempo al público para aplaudir a cada uno de los artistas y que éstos, reciban en esos segundos el amor de la gente y sin salirse de sus personajes.

Todas las veces, después del intervalo, para volver a introducir a la gente a la historia, la orquesta hace un repaso de la música de la obra, pero sólo de modo instrumental.

Sin embargo, en esta oportunidad, se permitió, que los celulares y cámaras se pudieran usar para hacer una especie de danza de luces, que con la música de Mahler, se convirtió en un espectáculo aparte, increíble y cautivante, en un Luna Park a tope.

Una hermosa manera de iniciar la segunda parte, que se destaca por la búsqueda del malvado "Drácula", al que hay que clavarle la estaca  para impedir que siga chupándole la sangre a la gente para convertirla en vampiros.

Entonces vinieron las escenas entre Juan Rodó y Cecilia Milone, ovacionadas por un público ilusionado en que el amor del "monstruo milenario" fuera correspondido por Mina.

Así, hasta el final, todos fueron aplausos y gritos cargados de amor, admiración y agradecimiento por tanta entrega desde el escenario.

Conmovedoras y genuinas las lágrimas de Cecilia Milone, una grande con todas las letras.

Reconozco que no está bien el uso del térmico "Misa" para describir lo que es "Drácula" para sus admiradores a ultranza y más aún porque el protagonista es un demonio. 

Pero así como a los shows de "Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota", los bautizaron "Misa Ricotera", por la devoción que despertaban entre sus seguidores, no me parece descabellado calificar a "Drácula" como una "Misa Draculera".

Ningún musical en Argentina despertó tanta pasión, nunca, y menos mal que sus creadores entendieron que no se podía cortar tanto éxito.

En la noche de la despedida, desde el escenario, después que Pepito Cibrián no parara de hablar, como digno hijo de su mamá, Ana María Campoy, Mahler anunció que, aunque era imposible continuarla en el Luna Park, que ya tiene toda la cartelera completa de recitales hasta fin de año, la obra volverá a reponerse en unos meses en el Movistar Arena.

Imposible no volver a verla.



domingo, 27 de diciembre de 2020

REQUISITOS QUE NO SE CUMPLEN AL VIAJAR EN AVIÓN A JUJUY

 























Mi viaje en este mes de diciembre de 2020 a Jujuy, no lo podría encuadrar como de Turismo, porque en realidad fui exclusivamente a visitar a mi mamá de 85 años, a quien hacía casi un año que no veía.
Pero tuve que ajustarme a todos los protocolos por el coronavirus dispuestos por la Nación y la provincia.
Desde el 1° de diciembre, el gobernador Gerardo Morales, dejó de lado las exigencias de permitir el ingreso sólo a personas esenciales o por algún tipo de urgencia familiar.
Se dispuso que los visitantes llenen una declaración jurada obligatoria, que se tituló "Certificado de verano", que fue la misma exigida a los que decidieron viajar a la costa bonaerense en el fin de semana largo por el día de la Concepción de la Virgen María.
Había que mencionar la Obra Social, a la que se estaba afiliado, siempre y cuando tuviera una sucursal en la provincia, y por tratarse en mi caso de OSDE, que tiene sedes en todo el país, estaba todo en orden.
De lo contrario, era necesario contar con un seguro de vida.
En la declaración jurada, que llené días antes de mi viaje y que incluso llevé impresa, solicitaban mi teléfono y la dirección del lugar donde me iba a alojar, para hacer un monitoreo durante mi estadía, por si acaso tuviera covid-19.
Pero, ni en el Aeropuerto de Ezeiza, ni en el Horacio Guzmán, de Jujuy, me pidieron nada.
En Ezeiza fueron muy estrictos a la hora de ingresar al aeropuerto, ya que los que llegamos más de tres horas antes del vuelo, tuvimos que esperar afuera, hasta que dieron la orden de hacer distintas filas para los tres vuelos previstos para esa madrugada del 10 de diciembre: Jujuy, Córdoba y Neuquén.
En la entrada, nos tomaron la temperatura y ya en el avión, que iba en un 85 por ciento de su capacidad, no se sirvió ningún refrigerio y el personal de abordo, sólo se dedicó a controlar que todos tuvieran el cinturón de seguridad y el barbijo puestos.
Al arribar a Jujuy, personal de Salud nos esperaba para tomar la temperatura, pero nunca solicitaron la declaración jurada, ni tampoco el teléfono y menos aún la dirección de donde íbamos a estar.
Supuse que al volver a Buenos Aires, finalmente me iban a pedir la declaración jurada, pero tampoco sucedió.
Sólo se acercaron enfermeras del Ministerio de Salud de Jujuy, para tomarme la temperatura y allí sí me pidieron el número de documento. Nada más que eso.
Siempre me sentí muy tranquila, porque cumplí con todos los protocolos, no solamente en la casa de mi mamá, sino cada vez que salía a la calle, sobre todo para ir al supermercado.
Mi mamá tenía listos para mí un plato, vaso, cuchillo, tenedor y cuchara, y una taza, que usé siempre, mientras permanecí en su domicilio.
En 16 días, sólo le di tres besos a la persona que más quiero en mi vida. ¡Tres besos!. Nada, para tantos meses de separación.
Le había pedido a mi mamá, que me esperara con alcohol, para desinfectar mi ropa, calzado y equipaje.
Apenas nos saludamos con el codo y de inmediato, comenzó el operativo desinfección en la puerta de su casa.
Yo saqué mis pantuflas de la cartera y luego de ser rociada de arriba a abajo con alcohol, y de desinfectar mi valija y dos bolsos, consideré que ya estaba lista para ingresar a la vivienda.
Tanto ella como yo, teníamos el barbijo puesto y así lo mantuvimos por algunas horas, hasta que al advertir que no tenía ningún síntoma de nada, como fiebre y falta de gusto, y de olfato, nos lo quitamos.
Sin embargo, recién al cuarto día, al sentirme más segura de mi estado de salud, me acerqué y le di un beso a mi mamá.
Días después le di otro beso antes de irme a dormir.
En la Misa de Nochebuena, sólo nos dimos la paz con un codazo y cada una con su tapabocas.
A la medianoche, ya en casa, nos dimos otro beso para desearnos Feliz Navidad.
Y el último beso fue en la madrugada del sábado 26 de diciembre, pero esta vez cada una con su barbijo, cuando me despedí de ella, en el momento que llegó el remisero para llevarme al aeropuerto.
El impedimento de dar besos y abrazos, para protegernos mutuamente, fue lo más doloroso que impuso este maldito coronavirus.
El motivo que me llevó a escribir este relato fue, no sólo que en Jujuy nunca pidieran la declaración jurada que tanto habían insistido que iban a solicitar a cada visitante, sino de lo que fui testigo y parte, al regresar a Ezeiza.
En el avión, todo bien. Me tocó ir sentada sola en una de las últimas filas del fondo, es decir, sin ningún riesgo de contagio.
Y al descender, todos los pasajeros cumplieron con la obligación de bajar en orden. Primero los de las primeras filas y así sucesivamente, hasta los últimos de las filas de atrás.
El proceso se demoró tanto, que al ir a retirar el equipaje, ya había llegado antes que nosotros.
En Ezeiza no nos tomaron la temperatura.
Al salir al hall de entrada, me interesaba sobre todo saber dónde estaban los puestos para los testeos, destinados sólo a los que íbamos a la ciudad de Buenos Aires.
Este es el punto que quiero destacar.
Primero pasé por el stand de la empresa de remises Manuel Tienda León para saber el precio del viaje y el empleado me dijo que si yo no quería demorar mi salida del aeropuerto, no me hiciera el test de covid-19.
Bastaba con decir al personal de seguridad, a la salida, que iba a alguna localidad de la provincia de Buenos Aires o al interior del país, y me liberaba de hacer la cola para el testeo.
En mi caso, decidí ir a hacer la cola como correspondía, con la declaración jurada lista en el teléfono, con dos días de anticipación, lo que facilitó el trámite y en pocos minutos, un empleado del Gobierno de la Ciudad, me acompañó hasta los trailers, donde no tuve necesidad de hacer ninguna cola, ya que de inmediato me asignaron una cabina.
Como se habían terminado los tests, me hicieron en su lugar un hisopado, cuyo resultado, negativo, por suerte, me lo enviaron por whatsapp 24 horas después.
Ya liberada, fui a contratar el remís, que me llevó de vuelta a mi casa.
Este es un momento crucial en lo que hace a la responsabilidad de cada uno.
Así como a mí, que me dijeron que podía mentir que iba a alguna localidad de la provincia de Buenos Aires o al interior del país, para zafar del test, tal vez otros sí lo hicieron, lo hacen y lo harán más adelante.
Lo grave es si alguna de esas personas tiene el virus y no hay nadie que las monitoree. ¿A cuántos podrían contagiar?. Evitar una cola y una eventual demora, podría resultar muy peligroso.
Quiero creer que por ser sábado, no se controlaba la salida de cada uno de los pasajeros, porque si esto sucede todos los días, en lugar de bajar, vamos camino a un aumento exponencial de los casos.






sábado, 21 de noviembre de 2020

CRISOSTO LUCERO TIENE 82 AÑOS Y EMPEZÓ EL SECUNDARIO EN LA PAMPA


Esta nota que produje para el noticiero Telenueve, de Canal 9, salió al aire el 14 de noviembre de 2017 y fue presentada por Jorge Pizarro. 

Es la historia de Crisosto Lucero, un abuelo, de ese entonces de 82 años, que se convirtió en ejemplo por haber comenzado el Secundario a esa edad en la localidad de La Humada, en La Pampa.

Primero el video de la nota y luego  lo que escribí en ese momento para el informe:


Nunca es tarde...

Crisosto Lucero es jubilado, tiene 82 años, vive en la localidad de La Humada, en La Pampa y por estos días se convirtió en noticia porque está cursando el Secundario.

Es padre de dos hijas y tiene diez nietos, y once bisnietos.

En 1.948, cuando cursaba cuarto grado de la Primaria, tuvo que dejar la escuela para dedicarse a trabajar en el campo, criando ovejas, chivos y vacas.

En esa época vivía con sus abuelos en Aguas del Toro, en Mendoza.

Como su padre murió cuando él tenía menos de un año de vida, en Agua del Médano, en La Pampa, directamente no lo conoció.

A su mamá la conoció recién a los 5 años, porque siempre estuvo con sus abuelos paternos.

Pasaron por varios lugares en la zona rural de La Pampa, hasta que se trasladaron a Mendoza.

En La Pampa, fue por primera vez a la Primaria en La Imarra, en 1.945.

En 1.947, también en La Pampa, fue a otra escuelita en Agua Escondida.

Y en 1.948 se instalaron en Aguas del Toro, en Mendoza.

En 1.956 hizo el Servicio Militar y en 1.972 se fue a 25 de Mayo, en la provincia de Buenos Aires, donde trabajó en el Puente Dique y en el canal matriz.

También trabajó en el petróleo más de 20 años en Catriel, Río Negro.

En 1.997 volvió a La Pampa y se radicó en La Humada.

En 2.007 se jubiló y comenzó a pensar en retomar sus estudios, pero recién lo hizo entre 2.013 y 2.015, luego de hablarlo con una de sus hijas y con una maestra, que lo animaron para que terminara la Primaria.

Sin embargo, con se quedó conforme y en este mes de noviembre, comenzó a cursar la Secundaria.

Va a clase de lunes a miércoles y sus materias favoritas son Matemática e Historia.

Ahora se convirtió en un ejemplo para sus hijas, nietos y bisnietos, y para todo el pueblo que lo quiere y lo eligió como delegado de los jubilados.

viernes, 27 de septiembre de 2019

CARROZAS EN LA FIESTA NACIONAL DE LOS ESTUDIANTES EN JUJUY 2019













































Después de varios años, pude volver a disfrutar de los desfiles de carrozas en la Fiesta Nacional de los Estudiantes en Jujuy.
Nadie, que no haya nacido o se haya criado en la provincia, puede entender lo que significa esa fiesta para los estudiantes secundarios y para todos sus familiares, que acompañan desde que se empiezan a armar las carrozas, hasta tenerlas terminadas y listas para mostrarlas al público.
Fui con mi mamá y mi hermano el martes 24 de septiembre a la Ciudad Cultural, donde desde hace pocos años, se realizan los desfiles.
El lugar está un poco alejado de la ciudad capital, pero es ideal para este tipo de acontecimientos.
Y estaba lleno de gente, que ocupaban las tribunas y las sillas que se colocaron a lo largo de la avenida.
Como llegamos cuando ya había empezado, tuvimos que hacer una larga cola para las sillas.
Pero valió la pena, porque nos ubicamos en una tercera fila, donde podíamos contemplar el paso de las carrozas con sus reinas y princesas, y algunas con las candidatas de los departamentos de la provincia.
Pude ver la carroza del Colegio Nuestra Señora del Huerto, mi excolegio, donde hice el Secundario y terminé en 1977.
Con mi familia coincidimos en que la más linda de las no técnicas, era la de la Escuela Comercial de Palpalá, que era el Coliseo Romano con dos hermosos caballos adelante.
Pero la mejor de todas, era la de la Escuela Técnica de Palpalá, con un imponente King Kong, que movía desde los ojos, el cuerpo y las manos, acompañado de dos mamuts, adelante, también con sus movimientos, y otros muñecos detrás, que también se movían.
Fue la más ovacionada y la que se hizo esperar, porque salió casi al final del desfile, cuando ya habían pasado diez minutos de las cero treinta.
Es que una carroza que debía salir antes tenía problemas y como están alineadas, hasta que esa no marchara, las que faltaban tenían que esperar su turno.
El primer video de la carroza que publiqué lo tomé yo en la salida, cuando ya nos íbamos con mi mamá y mi hermano, y no podíamos dejar de verla por ser la favorita, y el otro video, se lo "robé" a mi hermano, que volvió a ir el jueves 26. Como estaba en el palco con su cuñado, que consiguió las entradas, la pudo tomar en todo su esplendor.
La Escuela Técnica volvía después de un año de suspensión, porque se habían enojado al obtener el segundo premio en 2017, cuando ellos consideraban que eran los merecedores del primero.
En realidad eran dos los años de suspensión por tirar el premio en el medio de la avenida que les habían dado, pero a pedido de los profesores y de la propia gente que sabe lo bien que trabajan estos estudiantes, es que les redujeron a un año la suspensión.
De todos modos, el año pasado, igual hicieron una carroza con dinosaurios, que resultó tan linda, que el gobierno de la provincia decidió llevarla a Tecnópolis, en Buenos Aires, donde se convirtieron en una de las mayores atracciones de la muestra.
Ya escarmentados, los chicos se volvieron a poner las pilas y este año regresaron a lo grande, para ser los mayores protagonistas de la Fiesta de los Estudiantes.
Y vaya si lo lograron.
La otra carroza que nos gustó fue la de la Escuela Técnica de la ciudad de Jujuy, eterna rival de la de Palpalá, donde las imagénes impactantes eran la de un yaguareté y de una serpiente, que se movía e inquietaba a todos.
Vivir esta fiesta fue para mí como volver a mi adolescencia y doy gracias a Dios por haber elegido esta semana para tomarme unos días de descanso, donde pude compartirla con mi mamá y con mi hermano, que también decidió viajar desde Neuquén.
A eso hay que sumarle que el miércoles 25, cumplí 30 años en el noticiero de Canal 9, que lo celebré con familiares muy queridos. Y más ya no podía pedir.

miércoles, 23 de enero de 2019

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, LA CLÍNICA QUE MATÓ A MI PAPÁ


Esta es la Clínica Nuestra Señora de Fátima, en Palpalá, Jujuy, donde dejaron morir a mi papá, Pedro Villegas.
Y no me equivoco al decir que "lo dejaron morir", porque es la verdad.
Lo mandaron a la casa, aunque en realidad lo echaron como a un perro, para que se muriera, sin atención, lejos de ellos.
Si bien es cierto mi padre aceptó, con 83 años y un marcapasos, una cirugía de enorme riesgo, porque no soportaba el tratamiento que le ofrecían, que ya lo conocía de otra clínica.
Pero que él se haya jugado a que le sacaran todo el intestino grueso, no justifica lo que hicieron con él.
El jueves 17 de enero a las 19, en una ambulancia de la clínica (¿hay que agredecerles eso?, lo mandaron a la casa, sin suero, sin la sonda, sin el respirador y sin medicamentos para que se muriera allí.
Porque al parecer, ese era el objetivo, que desaparezca, si al fin de cuentas era "un viejo".
Y mi pobre padre se murió en la madrugada del día siguiente a las 2.10.
Pobrecito, partido de dolor.
¿Cómo iba a resistir su corazón dañado?.
No me importa que el dueño de la clínica sea Rubén Rivarola, el presidente del Partido Justicialista de Jujuy, porque en ese caso me podría callar la boca.
Pero aquí no hay banderías políticas.
Aquí dejaron morir una persona y esa persona era mi querido papá.
Sé perfectamente que esto jamás se difundiría en Jujuy porque tiene los medios comprados con publicidad.
Pero no me importa.
Yo no le debo nada.
Sólo le debo mis lágrimas de dolor por haber perdido a la persona que tanto amaba.
Por eso, con mi hermano y la compañera de mi papá, estamos preparando una demanda judicial por mala praxis y abandono de persona.
Y si ningún abogado se anima a litigar contra alguien tan poderoso en Jujuy, que al menos todos se enteren quién es Rivarola y los médicos que atienden en ese lugar.
Cuando estuve allí, se portaron muy amablemente, nos daban un parte médico diario, donde nos explicaban con lujos de detalles todas nuestras inquietudes.
Pero en los últimos días, comenzaron a echarlo, de palabra y de hecho, ya que lo cambiaron a una habitación sin ventilación.
Tenían que darle aire con cartones.
¿Es eso justo?.
¿Es justo que le hayan quitado la medicación?.
¿Es justo que dejaran de higienizarlo?.
¿Es justo que hasta su propio médico de cabecera, cuyo apellido no recuerdo, lo abandonara?.
Claro que no lo es.
Mi repudio absoluto a la Clínica Fátima.
Vergüenza les debería dar el nombre de una santa, cuando dejan morir personas.
Y no creo que mi papá sea el único caso.
Lo que pasa es que no hablé con otros damnificados y además en Jujuy la gente es temerosa de los poderosos.
Pero yo a ellos no les debo nada.
No le temo a Rivarola, a mí ya me mataron de pena, como mataron por abandono a mi papá.
Ojalá, a los que lean esto y conocen la clínica, no tengan que padecer lo mismo.
Los de esa clínica son todos ¡UNA MIERDA Y ASESINOS!!!.

lunes, 10 de diciembre de 2018

FESTEJOS EN EL OBELISCO POR RIVER CAMPEÓN DE LA COPA LIBERTADORES 2018




Este campeonato de River, nada menos que la Copa Libertadores de América y contra Boca, no tiene precio.
Fue una explosión de alegría y emoción para todos los que amamos estos colores gloriosos.
Hubo que sufrir bastante para llegar a ella, donde los jugadores fueron los convidados de piedra, porque antes del bochorno de la suspensión en el Monumental, ambos equipos querían jugar esta final única e irrepetible.
A River le hicieron las mil y una para quitarle la posibilidad de ganarla.
Y no soy la única persona que lo piensa así.
Está a la vista y con el paso del tiempo, se están conociendo datos que "algo había detrás".
Todo empezó con la sanción ridícula a Marcelo Gallardo, donde pensaron que porque tenía que estar alejado del plantel, sus enseñanzas previas no iban a servir y que Matías Biscay no iba a ser un digno mano derecha del mejor técnico de la historia del "millo".
En la cancha de Boca, hicieron el ridículo buscando a Gallardo entre las pertenencias de los utileros.
¿Se creían que de verdad era un muñeco?, un Chirolita que cuando Chasman terminaba el show lo guardaba en una caja.
Le dicen muñeco, pero de Chirolita no tiene nada.
Y hasta perros enviaron, buscando qué, ¿droga?,¿plata para que los de Boca se dejen ganar?.
Nunca se entendió.
Después vino la zona liberada para que el micro de Boca pasara a propósito al lado de un montón de hinchas de River, donde era obvio que alguno o varios se iban a tentar a arrojarle algo.
En las inmediaciones había un supermercado que tenía una oferta de cerveza y los muchachos, ya estaban "festejando" de mano.
Y en esa situación, tirás cualquier cosa, sin pensar en las consecuencias.
Hacía dos horas que estaba esa gente allí, ¿no podían correrlos para cuando pasara la delegación de Boca?.
¿Cómo se pudo hacer días después con el micro de Gimnasia y Esgrima de La Plata?, cuando es sabido que River no tiene una rivalidad ni extrema, ni nada con el "lobo".
Cuando vino luego el momento de las detenciones, sólo agarraron a uno, que encima su piedra fue a dar al otro lado del micro.
Pero a los verdaderos, los que rompieron los vidrios y casi provocan una tragedia con el chofer alcanzado por un proyectil, esos no aparecieron.
¿Acaso no estaban filmados?.
Así como detuvieron a la mamá que le pegó bengalas en el cuerpo a su hijo de 6 años y que estuvo pésimo por parte de la mujer, en pocas horas, ¿y a los tira-piedras, por qué no?.
Ahí es donde me saltan dudas que estuvo preparado.
¿Cómo saber si esos violentos que tenían camisetas de River, tenían el calzoncillos de Boca?.
¿Nunca lo sabremos?.
Después de la suspensión del partido, desde Marcelo Gallardo en adelante, todo River apoyó a los jugadores de Boca lesionados por el ataque y optó que no se juegue el partido por solidaridad. Totalmente diferente a lo sucedido en 2015 en la Bombonera, que se lo quiso comparar absurdamente, donde el atacante con el gas pimienta estaba adentro de la cancha y ¿eso no salió en el cacheo o ya lo había dejado de antes del partido en el club?.
Que se haya suspendido el partido no fue idea de River sino de la Conmebol, porque Guillermo Barros Schelotto y sus jugadores, querían que se juegue en esas condiciones el segundo tiempo.
Allí está la diferencia entre el "gallina" y el "bostero".
Los de Boca pedían ahora que les entreguen la Copa a ellos sin jugar la final porque decían que era lo mismo que lo anterior, que a River le dieron por ganado el partido.
A mí me hubiera gustado que se jugara después ese segundo tiempo, para taparles la boca, pero fue una decisión de la Conmebol, porque todo sucedió adentro del estadio con la complicidad de muchos. Y además, River no salía campeón después de ese partido.
Era un partido por octavos de final, es decir que podría haber perdido con los tres equipos con los que jugó luego.
Sin embargo, les ganó para dar la vuelta olímpica.
Por eso fue campeón.
Y lo último de toda esta opereta montada para arruinar al equipo del muñeco, fue elegir la sede del Real Madrid, en España, para que finalmente se dispute la final.
¿Había que ir tan lejos?.
Claro, la idea era sacarlo a River de su cancha, sin importarles los más de 60 mil hinchas que pagaron su entrada y esperaron varias horas y en paz el comienzo del partido, que nunca se concretó por culpa de unos pocos.
Además, a Boca le dieron el vestuario local del Real Madrid y sus hinchas pudieron concurrir.
Es decir que River terminó siendo visitante dos veces.
Mucha ventaja.
Demasiada.
Por eso había que vencer tanta adversidad y la alegría fue doble o triple, o más todavía.
Fue el triunfo de la justicia por sobre la injusticia.
Y fue ganarle al poder de turno, Gobierno y AFA, que querían la copa para Boca.
Por eso quedé ronca al gritar los goles, sola, en casa.
También lloré de emoción y como desahogo.
Y puse a todo volumen el tema de River de Ignacio Copani.
En el edificio había al menos una hincha de River y se notó.
Tras ver la entrega de premios y la vuelta olímpica, me vestí con los colores del campeón y me tomé el subte para ir a festejar en el Obelisco.
Hasta el momento en que estuve, había un clima hermoso, muy familiar, con parejas con sus hijos, muy lindo.
Pero como vi que había mucho consumo de cerveza, a la larga, eso iba a tener consecuencias, así que me retiré temprano.
Era suficiente para cerrar una noche maravillosa.
Gracias mamá por haberme hecho hincha del más grande y gracias Gallardo y a todo el plantel de River por tanta alegría.
Te amo con toda mi alma.

domingo, 25 de noviembre de 2018

LA HISTORIA DE "GLORIA" E "INDIO"





A esta historia la hubiera publicado mucho más adelante, porque me quedan muchas otras anteriores que salieron en la sección de Jorge Pizarro en Telenueve al Mediodía.
Pero, ésta, que fue al aire el 23 de noviembre, tiene un ingrediente adicional.
La historia era conmovedora, ya que se refería a la amistad entre una yegua apaleada por su dueño, a la que bautizaron "Gloria", y un perrito viejo al que llamaron "Indio".
Ambos fueron rescatados por la fundación ACMA y allí comenzaron una vida feliz y rodeados de mimos.
Reconozco que Jorge la contó con algunos errores, porque no tuvo el tiempo suficiente de leerla con mayor detenimiento, pero aún así la audiencia respondió y el ráting subió en ese momento.
De todos modos, en mi escrito están los datos que me contó Alejandro, uno de los voluntarios de la ONG.
Antes de poner a consideración lo que relaté, les pido por favor que lean al final de todo lo que pasó después con estos animales:

"Esta es la historia de una amistad incondicional entre una yegua, "Gloria" y un perro, "Indio", que ahora conviven en un campo de Alejandro Korn. 
Un vecino de Banfield se comunicó con la Asociación contra el maltrato animal (ACMA), con sede en Alejandro Korn,que se ocupa de rescatar y darles una nueva vida a caballos maltratados, ya que una yegua de un carrero era apaleada constantemente por su dueño. 
Gracias al video que grabó el vecino, que denunció el hecho en la Fiscalía de Lanús, la fundación pudo intervenir para llevarse a la yegua para ser rehabilitada. 
El animal está judicializado, ya que la Fiscalía es la que debe determinar si "Gloria", como fue bautizada por la gente de ACMA, regresa con su dueño o se queda en el campo, ya que la fundación pidió su adopción. 
Hasta allí fue el doctor Ariel Corse, director y veterinario de la ONG, con un camión para rescatar a la yegua, que había sido llevada por la policía desde la casa de su dueño hasta la Comisaría de Banfield. 
El veterinario se comprometió a curarle las heridas y a darle una nueva vida. 
Lo que nadie había reparado hasta ese momento, era que un perro negro, viejo, que veía muy poco del ojo derecho y sordo, la había seguido hasta la Comisaría, caminando unas 30 cuadras. 
A "Gloria" la subieron al camión para trasladarla a la ONG y como el perrito la esperaba en la puerta de la Comisaría, decidieron subirlo también a él. 
Desde entonces fue bautizado "Indio". 
Cuando llegaron al campo, fue el primero al que bajaron. 
Tenía mucho miedo, ya que su vida también había sido dura con el mismo dueño de gloria, que los golpeaba a los dos. 
Pero en ACMA fue todo amor. 
Lo revisaron y salvo la vista y la sordera, "Indio" no tenía otros inconvenientes. 
A "Gloria" le curaron las heridas y ambos son alimentados juntos, porque son inseparables en el mismo box donde están. 
Tanto "Gloria" como "Indio" encontraron un nuevo hogar y ya comenzaron a agradecer a los colaboradores de la fundación, el afecto diario que reciben. 
ACMA es una fundación sin fines de lucro, que se mantiene con la colaboración de la gente y el padrinazgo de cada uno de los caballos del lugar, y no recibe ningún tipo de subsidio. 
El próximo domingo, 25 de noviembre, se organizó una visita a la fundación, donde los interesados, pueden hacerlo por su cuenta, comunicándose previamente a ACMA para que les pasen las coordenadas, o en un micro. 
Para comunicarse con la fundación, puede ser por Facebook: Acma. Ayuda a caballos maltratados, Instagram: @acma_caballos o por Twitter: @ACMACABALLOS."

"GLORIA" SE FUE PARA SIEMPRE

Como mi computadora no anda muy bien por culpa de un virus, que estoy tratando de expulsar, no pude ver hasta la noche lo que había sucedido el mismo día que salió la nota en Telenueve con "Gloria".
Si bien había leído un día antes en Twitter, que el veterinario la estaba tratando porque no estaba bien de salud, nunca imaginé que era tan grave, que tuvieron que aplicarle la eutanasia.
"La tuvimos que poner a dormir", fue lo que escribieron en ACMA y eso me partió el corazón.
No pude evitar ponerme a llorar y a pedir un castigo para su anterior dueño.
Lloré por ella y eso que no la conocí personalmente.
Y también por el perrito "Indio", su amigo inseparable, que ahora en la fundación le están dando mucho amor para aliviar su pérdida.
En las imágenes está la basura que el doctor Corse le extrajo a "Gloria" del estómago, una vez que murió.
Pobrecita, encima de ser apaleada, comía porquerías que la llevaron a la muerte.
Pido por eso, castigos más severos para quienes maltraten y maten animales.
Y a esos carreros y cartoneros que los utilizan para carga, sin alimentarlos, hasta dejarlos morir, la Justicia no se los devuelva, luego que las organizaciones como ACMA los recuperan para que tengan una buena vida, porque vuelven al mismo maltrato de siempre.