sábado, 30 de julio de 2011

CRISTINA TEJEDOR: TALENTOSA, MILITANTE Y UNA GRAN PERSONA






En mi paso por el Periodismo de Espectáculos, pude conocer a muchos artistas. Pero fueron pocos con los que logré entablar una amistad. Y entre esas personas, está Cristina Tejedor.
La conocí en Canal 9, cuando yo trabajaba en las revistas "Tele Total" y "La Revista" y ella estaba en la telenovela "Venganza de mujer", protagonizada por Luisa Kuliok.
De Cristina me sorprendió de entrada su versatilidad como actriz. Porque de tanto hacer papeles de mala, como en la telenovela "La sombra", donde le hacía la vida imposible al personaje de Silvia Montanari, esa era la imagen que yo tenía de ella. Pero nada más alejado de la realidad. Porque esos ojos celestes que se tornaban diábolicos en pantalla, en su vida diaria demostraban ternura, timidez y una gran sensibilidad.
Cuando me enteré que pintaba imágenes de gatos, mis animales preferidos, le propuse una nota sobre su pasión paralela. Desde ese momento nos hicimos amigas.
Esto tiene que ver con que Cristina nunca se sintió superior por "ser actriz". Y lo bueno es que lo sigue sosteniendo hasta hoy. Como nuestra comunicación actual es a través de Twitter, días atrás, luego de leer lo que escribí sobre el maltrato que recibí en una entrevista con Leonor Benedetto y Rodolfo Bebán, ella con mucha altura y respeto (porque no hay que olvidarse que fue compañera de Benedetto en "Rosa de lejos"), me escribió: "Yo nunca me la creo Yayi. Somos seres humanos !!!!!!! No creo en los estrellatos, al contrario !!!!!!!
Y luego de mi devolución, me retrucó: "...Soy un ser humano . Y además uno se enriquece . Trabajo de actriz, pero soy una persona como todas..."
Cuántos personajes, que aún sin ser estrellas ni mucho menos, se sienten con derecho de llevarse a todos por delante, con petulancia y hasta discriminando a quienes "no son famosos como ellos". Tendrían que aprender de la humildad de Cristina, una excelente profesional, reconocida por sus pares, pero en la vida diaria, una persona común. Los grandes de verdad, como Alfredo Alcón, Norma Aleandro, Leonor Manso, Arnaldo André, Juan Carlos Mareco, Juan Alberto Badía, Jorge Donn, por nombrar algunos con los que traté en mi carrera periodística, son y fueron como ella. Admirables por su sencillez. Y más queribles por esa cualidad.
La única entrevista que le hice fue la de la revista "Tele Total", sin embargo, como nos encontrábamos a menudo en Canal 9, siempre tenía algo para contar sobre ella en la sección de los chimentos.
Así mencioné que algunos actores portorriqueños, de los cuales Cristina era muy amiga, "la habían invitado a pasar el Año Nuevo en Puerto Rico, pero lo que la tenía preocupada era no saber a quién dejarle a su gato en su ausencia".
También conté que ante la inminencia del viaje, que se iba a extender también a México, le habían comenzado a llover ofertas para quedarse en Buenos Aires, a trabajar, por un lado en una película y por otro, en una telenovela.
Pero Cristina, que estaba decidida a tomarse el avión, solucionada ya la pensión de su felino, hizo un viaje de película, que lógicamente comenté en la revista.
"...Si bien su objetivo era conocer México y Puerto Rico, no conforme con ello, Cristina se tomó un avión a Nueva York y de ahí cruzó el Atlántico hasta París, lugares estos últimos, desde donde nos envió dos hermosas postales". Vale aclarar que lo de las postales es absolutamente cierto. Como es cierto que cuando regresó me trajo recuerdos muy lindos de sus paseos.
Cuando retornó del periplo, se encontró con la oferta de Alejandro Romay, para ingresar a la telenovela "Como la hiedra", donde debía asumir el rol de contrafigura de Luisa Kuliok y disputarle el amor del galán de entonces, el portorriqueño Salvador Pineda. Todo esto, también fue mencionado en mi sección de chimentos.
Además de su excelencia como actriz y sus grandes dotes para la pintura, Cristina demostró su talento como productora musical.
Gracias a su amistad con Lucecita Benítez, una intérprete exquisita de Puerto Rico, pudimos disfrutar de su arte en Buenos Aires, porque mi amiga le produjo un espectáculo, donde todos terminamos aplaudiendo de pie tamaña figura.
Fue tal la repercusión de Lucecita en Argentina, que hasta un tema suyo fue utilizado como cortina musical de la telenovela "La cuñada", que protagonizó María Valenzuela.
Con la humildad que tanto admiro de ella, Cristina aceptó venir a uno de mis Cumpleaños. A la "Torre de Babel". Porque así le llamaba a mi fiestas, donde acarreaba gente de distintos trabajos por los que pasé, jefas de prensa, actores, viejos amigos y personas que en definitiva, no se conocían entre sí, pero a la larga terminábamos hablando el mismo idioma. El del afecto hacia mí, que es lo que agradeceré siempre.
En la foto donde aparezco tan feliz, estoy rodeada de Antonella, la hija de Matu O'Connor, la mejor jefa de prensa en la historia de Canal 9; Alejandro Veroutis, en ese momento compañero mío en "La Revista" y hoy un reconocido jefe de prensa de las obras de los teatros de Alejandro Romay y de Antonio Gasalla; y por supuesto Cristina, a quien fotografié también en mi viejo sillón de mimbre, que actualmente mis gatos utilizan para afilarse las uñas.
Desde que ingresé al noticiero de Canal 9, por entonces "Nuevediario", en 1989, poco a poco me fui alejando de mis amigos. Y lo digo con dolor y un poco de culpa. Pero es que se me fueron acortando los tiempos para los encuentros con la gente querida. Para mí fue un gran esfuerzo estar en el noticiero y tuve que remarla muchísimo para permanecer. Quedarme un poco sola fue el precio que pagué, lo reconozco.
Por eso Twitter y Facebook, me ayudaron a acercarme, aunque sea de manera virtual, con los amigos de entonces. A Cristina llegué por twitter. Y me produjo una enorme alegría.
Lo mejor fue cuando aprovechando un franco, de lo contrario los fines de semana no me alcanzan para ir a ver un espectáculo, concurrí invitada por ella al Teatro Regina a ver "Escoria", de José María Muscari.
Me encantó la obra y sobre todo el trabajo de mi amiga, a quien en este momento siento desaprovechada en la televisión. Es una pena que no la convoquen. Los productores no saben (o se hacen los desentendidos) la actriz que se están perdiendo.
Este verano se me ocurrió hacer una campaña en Twitter y Facebook para que Cristina vuelva a la televisión y me sorprendí por la respuesta de la gente. Sobre todo de gente que no conocía y se acordaban muy bien de sus trabajos de "mala". Se sumaron periodistas, amas de casa y profesionales de todo tipo. Y eso me pareció maravilloso. Porque en el fondo fue una caricia para ella. Muy merecida por cierto.
Yo le había escrito que no iba a parar hasta que la llamen de la tele y ahí apareció la convocatoria para una miniserie en Canal 7. Bien, bravo, pero los canales privados son los que tienen que ponerse ahora. Mi campaña no terminó. En cualquier momento vuelve.
Volviendo a lo que fue "Escoria", ese día se produjo un acontecimiento tan inesperado como hermoso e irrepetible. Invitado por Cristina, en la platea estuvo su amigo Facundo Cabral. El enorme Facundo, cobardemente asesinado hace poco tiempo en Guatemala. Cuando ella lo presentó, el aplauso fue cerrado en la sala.
Yo lamenté no haber tenido todavía una cámara para registrar ese instante, como así también la felicidad de mi amiga, al terminar la obra, abrazándolo y diciéndole a cada instante cuánto lo quería.
Menos mal que una chica tomó la foto de Facundo junto a Cristina y a Julieta Magaña, y la envió al muro de mi amiga. Quedó además como un documento de una de las últimas salidas públicas de Cabral.
Pido disculpas por haberme tomado el atrevimiento de incluirla en mi blog. Pero sé que a Cristina no le va a molestar. Lo hice a título de homenaje póstumo y para que todos sepan qué amigo tenía mi amiga.
Antes de terminar mi humilde homenaje a Cristina Tejedor, quiero destacar su compromiso político, su militancia, su valentía para jugarse, en este caso por Néstor y Cristina Kirchner. Yo admiro a la gente que se encolumna por un ideal, cualquiera fuere, sin pedir nada a cambio, como en el caso de mi amiga.
Por todos los valores que rescato de esta maestra de la actuación, por su alegría de vivir, por su amor a los animales, por su defensa de los derechos humanos y por ser en esencia buena gente, es que me siento halagada de su amistad.

domingo, 24 de julio de 2011

EL MALTRATO DE DOS ACTORES




En mis épocas de cronista de Espectáculos, siempre tuve la suerte de tener muy buena relación con mis entrevistados. O en su defecto, un trato parco pero agradable.
Por eso lo que me sucedió con Leonor Benedetto y Rodolfo Bebán, fue para mí tan sorprendente como humillante. Y lo de "humillante" no es ninguna exageración. Porque es así, humillada y decepcionada fue como me retiré luego de entrevistarlos.
Esto sucedió a fines de abril de 1986. La revista "La Revista", en la que trabajaba, sacó un semanario de Espectáculos al que llamó "Tele Indiscreta" y hacia allí me derivaron. Aunque fue un medio de muy corta duración y después retorné a "La Revista".
Además de hacer notas con los artistas de distintos programas, mi tarea era la de retirar la programación de los canales 13 y 9. A mis compañeros les tocaba el 11 y Canal 7. América era Canal 2 y salía desde La Plata, y por tal motivo no se lo tenía en cuenta.
Gracias a mi contacto constante con los encargados de prensa de cada emisora, me enteraba de los nuevos programas, de algunos chismes de los actores y de los invitados a ciclos como por ejemplo "Badía y Compañía".
Por esa comunicación cotidiana fue que me enteré que Leonor Benedetto iba a protagonizar una telenovela con Rodolfo Bebán. Con semejantes actores juntos, de inmediato hice las gestiones para tener una entrevista con ellos.
Esto significa que con Alejandro Cherniavsky, el fotógrafo, no llegamos al ensayo del primer capítulo de prepo. La nota había sido acordada con el departamento de prensa de Canal 13, que en definitiva quería que se supiera que ambos actores iban a protagonizar un ciclo allí.
De entrada nos miraron de arriba a abajo como si fuéramos pordioseros. Para las tomas fotográficas no había nada que les viniera bien. Era imposible hacerlos sonreir. Tampoco estaban de acuerdo con el fondo, pero ellos no querían moverse fuera del canal para hacer unas tomas al aire libre que siempre son mejores. Esto explica la expresión seria y de pocos amigos que mostraron en la revista.
No los conocía de antes como para decir que sólo en esa oportunidad estaban con un mal día. Y si fue esa la única vez, lamentablemente me tocó a mí.
Cuando el fotográfo terminó con las tomas, vino para mí la peor parte: la de la entrevista.
Nunca entenderé por qué algo tan simple como hablar de un proyecto de trabajo, para estos actores era como si les hubiera pedido que me cuenten sus respectivas infidelidades en su vida personal.
Si no respondían "no" a secas, se miraban entre ellos como si lo que les había preguntado era una idiotez. O me respondían con otra pregunta: "¿Eso de dónde lo sacaste?", o "¿no tenés otra pregunta?".
También se quedaban mirando hacia otro lado y sin decir nada. O se miraban entre ellos y se reían como si fuera la más estúpida de las preguntas. No digo que yo era una luz como periodista, pero les hablaba sobre su profesión, con conocimiento y sobre todo con respeto.
Nunca me había tocado vivir algo así. Tampoco sé si a otro periodista le tocó padecer algo similar con estos u otros actores. Pero no se lo deseo a nadie.
Yo era demasiado contemplativa para contar la verdad en el papel. Y además, no creo que en la revista, donde el tratamiento de las notas debía ser cordial, me lo hubiesen permitido. Sin embargo, cuando la escribí, traté de algún modo de dar a entender que no había sido nada fácil entrevistarlos. Lo que los lectores nunca se enteraron fue que sus respuestas, que hacia mí habían sido un "sí" o un "no", el resto lo conté yo con los datos que me dio la producción del programa.
Esta es una parte de mi terrible reportaje a dos actores que en lo suyo serán excelentes, pero como personas me dejaron una impresión desagradable. El título y la volanta de la nota fueron: "Protagonizarán un dramático teleteatro por el l3- Adulterio - entre Bebán y Benedetto." "La historia cuenta los tortuosos amores de una periodista con la mejor amiga de su esposa". Aquí va:

"Toda vez que hay que enfrentarse a una primera figura, se sabe de antemano que la situación nunca resultará fácil. Pero cuando en lugar de una, son dos las estrellas, cuánta exactitud encierra la frase que dice que el "Periodismo es un sacerdocio".
En esta ocasión, no sólo para "Tele Indiscreta" fue complicado unir en fotos y reportaje a Leonor Benedetto y Rodolfo Bebán. Lo fue también para Canal 13, que desde el verano comenzó a estudiar la posibilidad de convocarlos para la única telenovela que pensaba lanzar la emisora, y más aún, cuando hubo que empezar a poner en práctica el proyecto.
Había que buscar a un autor, lo suficientemente prestigioso y asimismo del agrado de ambos, que tejiese una historia que si bien se encuadrara en el rubro telenovela, tuviese la fuerza y originalidad necesarias para escapar a todo lo realizado en este rubro. De ahí entonces que cuando mencionamos a "La vida que me diste" como un teleteatro, los dos protagonistas casi molestos se encargaron de aclarar.
"Se lo puede llamar así -señaló Leonor-, porque es una historia de amor que se pasa por televisión". "Pero no es un teleteatro -acotó Bebán-, sino un unitario con continuidad. Una especie de miniserie larga, ya que tiene trece capítulos".
Descartado Oscar Viale, a quien se postuló desde un principio, el canal eligió finalmente a Sergio de Cecco, otro reconocido autor teatral. Y de su imaginación nacieron Clara, una profesora de Literatura, y Marcos, un periodista felizmente casado con la mejor amiga de aquélla, a los cuales el amor les tendió su peor trampa.
"Clara -explica Leonor- es como su nombre lo indica: una mujer clara, luminosa, que va a vivir una historia de amor y de la que no quiero hablar más para evitar contar el argumento".
"Marcos -dice Rodolfo- es un periodista supuestamente un personaje bastante duro, diría un símbolo del buen periodista. Un hombre además con conflictos sentimentales y con todos los problemas que se acarrea de pronto en un ambiente periodístico donde trata de ser honrado y permanecer fiel a sí mismo".
No es la primera vez que Leonor Benedetto y Rodolfo Bebán trabajan juntos. En cine protagonizaron "La década infame" y en teatro, "Blas". Sólo les quedaba pendiente la televisión.
Pero por lo visto no acaban aquí sus proyectos en conjunto. Si bien se habló de Bebán para el papel estelar de "Querido" -la película que narra el imaginario romance de Saúl Ubaldini con una periodista-, faltaba precisamente la periodista, rol que sería interpretado por la Benedetto.
"Lo estamos conversando todavía", nos dice la actriz. "Es una propuesta simplemente -continúa Rodolfo-, porque hasta que no se lea el guión, no se puede tomar una decisión. Además, más allá de que a mí me guste o no el libro, hay que ver también si no perjudica la carrera de este hombre público al cual respeto mucho. Porque si es así, directamente no lo hago".
A principios de este año, Leonor Benedetto se trasladó al Perú, al ser elegida por el Fondo de Promoción Turística para protagonizar el primero de una serie de documentales, que reflejan los diversos atractivos turísticos y folklóricos de aquel país. "Casualmente -nos informa- tengo que volver muy pronto para la presentación de esta película y es probable que viaje nuevamente a fin de año para hacer otra película y también teatro".
Si conversar de trabajo no les complace demasiado, seguros de su carisma y el consecuente éxito que -quizás con excesivo pesimismo- presuman de antemano menos aún aceptan referirse a sus vidas privadas, tan complicadas como las de sus personajes. Hay que optar entonces por lo que se dice y lo que resulta evidente.
Leonor intentando ser cada día más madre de Marcos, el pequeño de cuatro años de edad que adoptó hace muy poco tiempo y visiblemente feliz con la compañía del actor Luís Alday, que fuera su compañero de trabajo en la poco exitosa telenovela "Bárbara Narvaez" y con el cual se la vio días atrás en el estreno del unipersonal de Norma Aleandro.
Y Rodolfo, pese a los rumores acerca de su reciente separación de Gabriela Gilli, luego de diez años de matrimonio y con tres hijos de por medio, en lugar de aclarar cuál es la verdad de todo lo publicado, responde un tanto fastidiado: "Son cosas mías". Y el final de la nota indudablemente se precipita".

Seguramente ellos se olvidaron de lo sucedido ese día. Sin embargo, no se habrán olvidado del fracaso del proyecto. Nunca llegó a concretarse. Y no porque yo les haya deseado lo "peor", ya que no suelo desearle a nadie el mal. Lo dejo en las manos de Dios. Él es el que obra en consecuencia.
Tal vez en este caso ocurrió eso. No lo sé. Y si decidí contarlo después de 25 años, fue porque significó un quiebre en mi carrera periodística. Ese día, después de la nota, volví llorando a mi casa. Y no podía para de hacerlo. Me sentía el último orejón del tarro. Incluso dudé si había elegido bien mi profesión. Sentí que si estas estrellas se habían burlado de mi trabajo, era porque yo realmente no servía. Fue muy duro. Lo oculté y nunca jamás se lo conté a nadie. Temía que mi receptor terminara dándole la razón a los protagonistas respectivos de "Rosa de lejos" y "Juan Moreira", entre otros trabajos destacados.
Tampoco los volví a encontrar como para reparar el daño. Quedó ahí, guardado, hasta que gracias a este blog, que es mi catarsis, lo dejo en descubierto.
No voy a negar que me tomé mi pequeña revancha, al menos con Leonor, cuando días después me contaron en uno de los canales este chimento que publiqué de esta manera:

"Los desplantes de Leonor Benedetto: Son muchos los periodistas que se quejan de los desplantes de Leonor Benedetto (aclaro hoy que lo decía por mí). Aunque la mayoría piensa que "se le subieron los humos" por haber sido elegida por el gobierno peruano para un documental sobre ese país, la verdad es que su enojo con la prensa proviene de los comentarios aparecidos acerca de que había hecho trabajar a su hijo adoptivo en "Las lobas", lo cual hizo que el juez de menores la citara para llamarle la atención. Ahora, ella está enojada".

domingo, 17 de julio de 2011

HIJOS DE NADIE


El tema es difícil, por lo actual, por lo politizado y por estar involucrados dos poderes como el poder del Gobierno Nacional y el del imperio periodístico "Clarín".
Pero me atrevo a encararlo desde el lado de una ciudadana común, que intenta rescatar a las personas. Porque en medio de esa feroz pelea hay personas.
Comenzando por Marcela y Felipe Noble Herrera, dos jóvenes que con todo lo que les tocó vivir, no sé si fue una suerte que fueran adoptados por una mujer tan rica y obviamente poderosa como Ernestina Herrera de Noble.
Y después por las familias Lanoscou-Miranda y Gualdero-García, y otras familias de desaparecidos que se ilusionaron con la posibilidad de que fueran parte de sus vidas.
Las pruebas de ADN con estas primeras familias resultaron negativas. También resultaron negativos los entrecruzamientos de datos de Marcela con 52 familias, aunque en tres de ellas los datos genéticos resultaron "insuficientes" para excluir o confirmalo, según lo revelado por el Banco Nacional de Datos Genéticos. Por el lado de Felipe fueron 56 las familias cotejadas y allí también hubo una familia con datos "insuficientes".
Los datos "insuficientes" tienen que ver con gente que falleció y de la cual sólo es posible obtenerse sus datos genéticos a través de la exhumación de sus cuerpos.
Por ese motivo, la jueza Sandra Arroyo Salgado, decidió esperar hasta el final de la feria judicial, es decir dos semanas, para dar su veredicto.
También las Abuelas de Plaza de Mayo pidieron prudencia, antes de que por el lado de "Clarín" se "festeje" porque los hermanos no son hijos de desaparecidos.
Porque eso fue lo que sucedió el jueves pasado, poco tiempo antes de comenzar el viernes, cuando se conoció la noticia de las pruebas negativas. En Canal 13 y TN, donde lo ví, y me imagino que debe haber sucedido lo mismo en Radio Mitre, la dieron en un tono tan festivo como si el equipo de fútbol de Argentina hubiera salido campeón del mundo.
¡Por favor!, ¿dónde quedó el respeto hacia las familias Lanoscou-Miranda y Gualdero-García, a las que encima de haber perdido a sus hijos en manos de la Dictadura, ahora también hayan visto truncados sus sueños de reencontrarse con sus nietos?.
El caso de los hermanos Marcela y Felipe estuvo sucio desde un principio. Y en esto la única culpable es la señora Herrera de Noble.
Si la adopción de los chicos se hubiese hecho de manera clara, nadie la hubiera culpado de apropiadora.
Si no eran hijos de desaparecidos, ¿de quién eran hijos entonces?. ¿De ladrones?.¿De asesinos?. ¿De narcotraficantes?. ¿De quién?. ¿Por qué tanto misterio?. ¿O a la señora, en caso de que fuesen hijos de gente de mala vida, le iba a dar un poco de vergüenza de presentarlos a sus amistades?. La verdad, no me parece ninguna razón valedera para el ocultamiento. Es más, hasta si se los hubiera comprado a alguna de sus mucamas, podría ser entendible para la sociedad.
Por eso, es ella la única que ensució el terreno.
Si la señora no sabía el orígen de los chicos, con todas las influencias y el poder que tiene, lo hubiera sabido de inmediato. Seguramente lo sabe muy bien y tiene sus razones para ocultarlo.
Mientras tanto, los hermanos ya son demasiado mayores para que en caso de que aparezca su verdadera familia, la acepten como tal. Sus vidas actuales son muy distintas. Se criaron con todas las comodidades, se educaron en los mejores colegios y lo que es una realidad ineludible, son los herederos de una fortuna incalculable. Y a eso difícilmente renuncien, por más centrados que parezcan.
Ellos son parte del monopolio. Por eso el año pasado se prestaron a dar la cara en televisión en un testimonio guionado, que para algunos fue una apuesta extraordinaria, para otros fue un pedido de compasión, para otros una jugada estratégica, no de ellos por supuesto, y para otros fue una puesta en escena lamentable.
No sé cómo va a terminar esta historia. Mi duda es quiénes son estos hermanos. Extraterrestres, no parecen. Nacidos de un zapallo, tampoco. Si la señora de Noble no dice cuál es su orígen y todas las pruebas genéticas dan negativas, tendremos que creer que son los únicos a los que verdaderamente "los trajo la cigüeña".

domingo, 3 de julio de 2011

MARIANA DAHBAR, LA DIOSA DEL SKETCH




Así es la Mariana Dahbar de hoy: sexy, sofisticada, segura de sí misma y sumamente responsable en su rol de Productora Ejecutiva del noticiero Telenueve, Primera Edición.
Hace más 20 años que la conozco. Y no es que fuéramos amigas desde ese entonces, sino que fue una de las ganadoras de un concurso que organizaba la revista "Tele Total", donde yo trabajaba, además de la revista "La Revista", ambas de la misma editorial.
Mis jefes me encomendaron la gratísima tarea de invitar a las lectoras, porque se suponía que la mayoría eran mujeres, a votar por el galán del momento. El que salía más votado, lo llamaba para compartir una cena con las chicas que lo habían elegido.
Por suerte, ninguno se negó y la experiencia, en suma, fue muy gratificante.
Las primeras cenas las hicimos en el restaurante del Hotel Panamericano. Un lujo. Porque todo era de primera y sobre todo, las lectoras, se retiraban felices de haber estado tan cerca de sus ídolos.
Cuando el canje de la revista se terminó con el hotel, el restaurante elegido fue Las Tejas, que no existe actualmente, y estaba en la Avenida Córdoba al 4.000.
Mariana fue una de las chicas que escribió para comer con Daniel Fanego y al ser el elegido de la semana, la llamé para que asistiera a la cena en Las Tejas.
Fueron tantas las chicas que pasaron por esas comidas, que a Mariana no la tuve en cuenta. Me hubiese acordado de ella, si se le hubiera tirado encima al actor. Pero siendo tan chiquita, creo que tenía 13 años, estuvo callada la mayor parte del tiempo y salió solo en una de las fotos que se publicaron.
Pero lo que es el destino. Ella de mí no se olvidó. Y me lo hizo saber, cuando ingresó a trabajar en Telenueve. Hará de esto unos 10 años.
Mariana fue a acompañar a una amiga, que tenía una entrevista laboral con Emilio Giménez Zapiola, el hoy director y en ese entonces Productor Ejecutivo del noticiero.
No sé qué sucedió en esa reunión, pero mi jefe optó por darle el empleo a Mariana que sólo había ido de acompañante.
Me imagino que en dos o tres palabras, le debe haber descubierto la chispa, iniciativa y voluntad de trabajo, que conocemos quienes trabajamos con ella.
Recuerdo el día que empezó en el noticiero. Estaba sentada mirando diarios, silenciosa, tímida. Y cuando supimos que iba a ser una más, le dimos cada uno la bienvenida.
Cuando me presenté, me preguntó si yo había trabajado en "Tele Total". Le dije que sí y me contó que había sido una de las lectoras que comió con Daniel Fanego. Yo no me acordaba y además no la hubiera reconocido. Porque cuando Mariana entró al canal, tenía el pelo rubio. La que conocía de la cena era una nena de pelo oscuro.
Desde ese momento, nos llevamos muy bien. Y esa buena relación continúa. Nos une la sensibilidad y porque estamos en la misma sintonía, lo cual es maravilloso.
De Mariana siempre me sorprendió su amor incondicional por Cristian Castro. Un fanatismo extremo que la llevó incluso a viajar a México y estar presente en un programa de televisión, donde el cantante estaba invitado. Ella misma nos mostró una vez las imágenes de ese programa. Marianita, una nena enamorada, fue presentada como la fanática argentina y en cámara le hizo un regalo a Cristian, y se emocionó hasta las lágrimas.
Pero así como tiene ese lado frívolo, infantil si se quiere, con su enorme admiración a otros artistas latinos como Alejandro Sanz y Ricky Martin, Mariana es muy inteligente y una excelente productora periodística. Alguien que sabe ver dónde está la noticia y cómo conseguirla. No por nada, las autoridades del canal le encomendaron una tarea ejecutiva.
Mi amiga tiene la costumbre de imponer palabras. Una de ellas, "sketch". La usaba y aún la sigue utilizando para todo. Y eso es siempre motivo de risa. También recurre bastante al término "top", será porque ella es un poco "top". Y más le gusta cuando se lo decimos.
Mariana, como una adelantada en todo, fue la primera en tener twitter en la redacción, cuando nosotros no teníamos ni idea de lo que era. Después le siguió Alejo Rivera, pero por contagio de ella. Y Alejo fue quien me abrió la cuenta a mí.
Por eso ahora, Mariana me dice que "ella tuvo que ver con mi interés por las redes sociales". "Dame crédito", me dice siempre, cuando le comento sobre lo que escribí en mi blog y las repercusiones que tienen algunos textos. Sucede que gracias al twitter, descubrí el blog de Silvio Rodríguez. Y se me dio por copiarle y tener desde ese momento uno propio. Esto fue hace un año y me cambió la vida.
Así que si en algo tuviste que ver, gracias Marianita.
Lo que tiene Mariana es que no se queda en una sola cosa. Además de su cargo en el noticiero, tiene sus propios proyectos y les da mucha importancia. Como yo sé de qué se tratan, valoro mucho lo que hace.
Me gusta esta Mariana actual, alegre, glamorosa y con sueños. Porque hubo épocas en que la ví muy mal, por culpa de un desengaño amoroso que le hizo daño, pero del que por suerte pudo salir adelante. Su propio triunfo ante la adversidad.
No sé cuál es su presente sentimental. Lo bueno es que es una enamorada del amor, que sueña con "alguien", ¿tal vez algún cantante?. Al menos para octubre, ya programó sus vacaciones para pasarla "bomba". Y eso es de por sí muy positivo.