jueves, 4 de septiembre de 2014

GRACIAS, TOTALES, GUSTAVO...LLORAMOS TU PARTIDA...






















No me voy a subir al caballo triunfal de decir que fui una fanática de "Soda Stéreo" desde la primera hora, porque no es verdad.
Su estilo de vanguardia, no me atraía demasiado. Yo estaba con la música de Charly García y "Serú Girán", Luis Alberto Spinetta, León Gieco, Los Abuelos de la Nada, la Trova Rosarina con Juan Carlos Baglietto a la cabeza y algunos más de la vieja escuela del Rock Nacional.
Pero la primera vez que le presté atención a la música de la banda de Gustavo Cerati, fue cuando escuché el tema "Cuando pase el temblor". Y me gustó aún más cuando grabaron el video clip en Jujuy, mi provincia, en el Pucará de Tilcara.
La única vez que lo vi en vivo fue en la presentación de uno de los discos de "Soda..." en el boliche "New York City".
Allí Gustavo, con sus prendas y peinado extravagantes, habló con la prensa, en cuyo grupo me encontraba. Y nunca más.
 Tampoco se me ocurrió verlos en vivo. Y hoy me arrepiento por eso.
Aunque me quedé pegada a la pantalla del televisor cuando se presentaron en el Obelisco. Ese concierto fue maravilloso.
Mi revelación acerca de que era un músico enorme, comenzó después de sufrir el maldito ACV.
Un día decidí comprar un Rosario grande de madera y una imagen de Juan Pablo II, que en esa época aún no era Beato. Se me ocurrió que el milagro para que ello sucediera, podía ser el despertar de Cerati.
Los hice bendecir y una tarde de domingo, se los llevé a Lilian Clark, su mamá.
Cuando llegué a la Clínica ALCLA, en Núñez, no me presenté como periodista.
Mi idea era dejarle los objetos, que los había hecho bendecir, a su mamá en la entrada.
Pero Lilian decidió bajar y recibirme personalmente.
Esa actitud suya me emocionó. Recuerdo que le dije que no era fanática de su hijo, pero que había empezado a escuchar su música y me parecía una genialidad.
También le conté que me había encomendado con mucha fe a Juan Pablo II, porque soñaba con su milagro. A Lilian le gustó mi propósito, recibió mis regalos y se quedó algunos minutos conversando conmigo, con una entrega y un respeto, que me llegó al corazón.
Antes de irme, le dejé mi teléfono y le dije que me llamara "si se producía el milagro".
Lamentablemente, hasta hoy, que me encontré con la terrible noticia de la muerte de Gustavo, no pude recibir ese llamado.
Muchas veces estuve con ganas de volver a visitar a Lilian. Tal vez contarle que yo era periodista, pero que no iba como tal. Que nunca había dejado de rezar por su hijo. Pero no me animé.
Me daba vergüenza, porque el milagro en el que había puesto mis ilusiones, no se había hecho realidad.
Es más, el otro día, cuando Cerati cumplió 55 años y me tocó llamarla por teléfono para sacarla al aire en el noticiero de "Telenueve a la Mañana", no fui capaz de decirle que yo era la misma persona que la había ido a ver a la clínica.
Me conformé con haber sido un nexo ese día de la única charla telefónica que dio Lilian, porque fue exclusiva, ya que a la tarde habló con todos los medios, en la visita diaria a su hijo a la clínica.
Admiré y seguiré admirando su fortaleza y su enorme y contagiosa fe en la recuperación de Gustavo.
Si bien existía la posibilidad de la muerte de Cerati, no la creía posible. Consideraba que mis oraciones como las de miles de personas en todo el mundo, iban a revertir su situación de inconsciencia.
Por eso puedo asegurar que la noticia de su partida me sorprendió.
Me sorprendió para mal, porque no he podido parar de llorar.
Con todos los CDs y DVDs de Soda Stéreo y de Gustavo como solista que me compré de un tiempo hasta ahora, lo había adoptado a mi vida.
Mi tristeza, en consecuencia es muy grande.
No me voy a extender demasiado, ya que no es más lo que pueda aportar.
Pero sí voy a agregar como cierre algunos de los temas que seguirán acompañándome para siempre. Gustavo, ahora estás con Dios...Gracias totales por todo tu talento. Desde hoy, 4 de septiembre de 2014,en el cielo, también están disfrutando de tu "música ligera"...

 

1 comentario:

Yayi Villegas dijo...

Este escrito lo hice con mucho dolor, pero no tuvo ninguna respuesta. Es que los medios bombardeaban en ese momento con las imágenes de su velatorio y de su rica historia musical, que algo sobre lo mismo no aportaba nada. Pero a mí me sirvió como un homenaje a Gustavo, por quien tanto le pedí a Dios por su despertar...