domingo, 7 de julio de 2013

LOS SÁBADOS SOY UNA "MUQUI" SENTIMENTAL

A la mayoría de la gente le gusta tener la casa limpia, ordenada y si es posible perfumada.
Me considero entre ese grupo de los "limpios, ordenados y perfumados". Lo que no tengo a veces es ganas y entusiasmo para cumplir con el cometido.
Sin embargo, cuando llega el momento de la limpieza, aún cansada por todo el trabajo de la semana en el canal, le pongo todo mi empeño para lograrlo.
El sábado es el día destinado para cumplir con todas las tareas hogareñas.
No me gusta delegar en nadie una actividad a la que considero muy personal. Yo sé dónde y cómo limpiar cada sitio y cada uno de los objetos. Aunque es un departamento pequeño, al tener cuatro gatos, debo cargarme de paciencia y dedicación para quitarle el pelo a las alfombras, almohadones y rincones.
Sé que si contratara a alguien para que se encargue de la limpieza, no limpiaría de la manera meticulosa como intento hacerlo yo. A eso habría que sumarle la movilidad de los gatos, que no siempre están de acuerdo con ser desplazados, cuando llega el momento de asear los almohadones donde están durmiendo.
Como aprendí de un tiempo a esta parte a encontrarle el lado bueno a las situaciones, aún a las más terribles, me inventé un mundo de fantasía para activarlo mientras lavo la ropa y limpio la casa.
Sencillamente le pongo música. La música que me llega al corazón. La buena música.
Tras regresar del supermercado, que voy a la mañana, almuerzo y a partir de las 15 me dispongo a hacer el trabajo de hogar y a dar rienda suelta al placer de los sonidos melodiosos.
Pongo la música y después me coloco un pañuelo en la boca para protegerme del polvo y el pelo de los gatos, y me calzo los guantes de goma para empezar la batalla contra la mugre.
Salvo excepciones como Frank Sinatra y Michael Bublé, normalmente elijo músicos de lengua española, para saborear las palabras y dejarme llevar a la magia de la música y sobre todo al corazón de los autores de los temas.
Los sábados soy una mucama.  Pero no una mucama cualquiera. Por las bellas melodías que escucho, que me emocionan y hasta me hacen cantar y bailar, me autodefino como "una "muqui" sentimental".
Silvio Rodríguez es el artista que no puede estar ausente en mi selección musical. Lisa y llanamente porque ocupa el primer lugar en mis gustos musicales.
Aunque lo escucho siempre, me pasa de conmoverme con temas que por ahí no estaban entre mis preferidos. Eso me sucedió hace un par de semanas, cuando después de mucho tiempo volví a escuchar el CD "Oh, melancolía". Me pareció un disco extraordinario, con temas increíbles.
Cuando elijo escuchar "Causas y azares", que para mí es muy especial porque mi amistad con Silvio surgió la vez que vino a Buenos Aires a presentarlo, sé que voy a lagrimear un poquito. Más que nada, cuando suena "Requiem", una especie de bolero, que a quien no lo conoce, no sabe lo que se pierde.
También me gusta deleitarme con la voz única y maravillosa de Mercedes Sosa. La "Negra" es como Gardel, "cada día canta mejor". Tengo una selección importante de sus discos, así que siempre la tengo presente. La experiencia de escuchar en medio del silencio a Mercedes, es una caricia para el alma.
Andrés Calamaro es otro de los artistas ineludibles. El CD que grabó en vivo, luego de pasar por un tiempo negro en su vida, por culpa de las drogas, es una delicia que recomiendo. Lo mismo "La lengua popular".
De Fito Páez, lo mejor de lo mejor es "El amor después del amor", el disco que le inspiró Cecilia Roth. "Un vestido y un amor" es un tema sublime. Mi elegido por lejos.
Cada vez que la veo a Cecilia en alguna película, en la televisión o en alguna revista, pienso que debe ser hermoso que alguien tan talentoso te dedique, no uno, sino un trabajo musical entero. Y ella fue la receptora de tamaño regalo.
Reconozco que antes del accidente cerebro vascular, no tenía a Gustavo Cerati como a uno de mis músicos favoritos. Sólo me gustaba "Cuando pase el temblor", por la música y porque el video-clip se filmó en la localidad jujeña de Tilcara.
Pero luego de esa terrible desgracia, hace más de tres años, comencé a escucharlo con más atención. Tanto su obra como solista, como su trabajo en "Soda Stéreo". Y me pareció un músico extraordinario.
Por eso la música de Gustavo ocupa un lugar importante en mi difusión musical de entrecasa. Él es otro de los artistas, que además de hacerme bailar y cantar, hace que se me humedezcan los ojos por la emoción. Más que nada cuando pienso en su situación, "dormido" a la fuerza por el ACV.
También me gusta poner el CD de "Drácula", la comedia musical de Pepito Cibrián Campoy y Ángel Malher, que vi 14 veces y la volvería a ver otras tantas, y más todavía. Como ya me sé las letras casi de memoria, me animo a cantar y aplaudo cada una de las interpretaciones de Juan Rodó, como si estuviera en el teatro. En su pequeño cerebro, mis gatos deben pensar: "ahí está la loca de mi madre".
Otra obra que me pone de muy buen ánimo es el primer disco juntos y en vivo de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, "Dos pájaros de un tiro". Una joya.
El día que Máxima Zorreguieta se convirtió en reina consorte de Holanda, me quedé encantada con el concierto que brindó André Rieu, donde incluyó el tema "Don't cry for me Argentina". Esa tarde me dije: "voy a comprar un CD de este músico". Y enorme fue mi sorpresa cuando el día que fui a comprar "To be loved", de Michael Bublé, me encontré de casualidad en las bateas con el CD "Rieu Royale", que incluye todos los temas que interpretó en la fiesta de los nuevos reyes de Holanda.
Además me llevé otro CD de Rieu con valses vieneses.
Fue muy divertida esa tarde de limpieza, bailando valses vieneses con el plumero en mano. Más reflexiones de mis gatos, al estilo de "lo chiflada que está mamá".
Cuando me da por el Folklore, tengo a mano a "Los Nocheros" con dos viejos CDs en la época en que Jorge Rojas aún integraba el cuarteto. Creo que esa fue la mejor etapa del grupo.
Y si se me da por el Tango, elijo al número uno por siempre, don Carlos Gardel. Me conmoví días atrás, al escuchar en su voz clara e inigualable, "Mano a mano", "El día que me quieras", "Volver" y tantas otras glorias de la música ciudadana.
Otras excepciones musicales que elijo escuchar, entre tantos artistas de lengua hispana, son Mike Olfield y su "Tubular bells", Dire Straits y su "Alchemy", Sting y su "Ten summuner's tales", Queen y su "A night at the Opera" y entre otros, Ennio Morricone con la genial banda musical de "Cinema paradiso".
Así, disfrutando de tan bella música, es como se me pasan las tardes en que dejo reluciente y perfumado mi hogar dulce hogar...

1 comentario:

Yayi Villegas dijo...

Aunque nadie me dejó un mensaje en este espacio, varios me puntuaron el escrito y otros me lo comentaron personalmente. A todos les causó gracia mi locura de "muqui sentimental". Mil gracias por haberlo leído y más aún por decírmelo.