lunes, 8 de abril de 2013

UNA MULTITUD EN EL SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LOS 3 CERRITOS



A tres meses de mi primera visita, volví al Santuario de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, más conocida como la Virgen de los 3 Cerritos, en Salta.
Regresé con la ilusión de encontrarme con María Livia Galliano de Obeid, la mujer que fue desde 1990 la testigo de los mensajes de la madre de Jesús, pero otra vez estuvo ausente.
Paciencia. La tercera será la vencida, porque quiero sentir sus manos posadas sobre mi cabeza. Un momento que para muchas personas que lo vivieron, resultó una experiencia inolvidable.
El sábado 30 de marzo, Sábado Santo, fueron numerosos los fieles que se acercaron a orar ante la bellísima imagen de la Virgen de Salta.
 En el lugar se juntó una multitud, más de 10 mil personas que llegaron en autos particulares, en micros y en taxis hasta la entrada del Santuario. Y desde allí caminó los dos o tres kilómetros, o tomó los micros gratuitos para las personas con problemas de movilidad, los cómodos o los que tenían los minutos contados, que era mi caso, ya que quería volver temprano a Jujuy para ir con mi mamá a la Misa de Pascua de Resurrección.
Había una larga cola para los dos micros que iban y venían del Santuario. Y en el Santuario, otra cola muchísimo más larga para entrar a la Capilla donde está la bella imagen de la Virgen.
En ese sitio, donde lo que prima es el silencio, sólo se escuchaban los llantos de bebés, las quejas de los chiquitos por tener que esperar tanto tiempo y algún inoportuno celular.
El resto de la gente se entretenía leyendo la oración a la Virgen y el folleto que las voluntarias entregaban, con la historia de las apariciones. Yo también leí ambas cosas y además tuve tiempo de rezar cinco Rosarios, el último de los cuales lo terminé en el interior de la Capilla.
En el trayecto en zigzag, tomé asimismo fotografías de la muchedumbre, el paisaje y la impresionante cantidad de rosarios que los feligreses dejaron colgados en los árboles.
El primer árbol utilizado fue el que está justo frente a la entrada de la Capilla. Pero tras quedar abarrotado de rosarios, la gente comenzó a colgarlos en los demás árboles.
En esta oportunidad,  volví a ser bendecida. Percibí, sin esperarlo, dos veces el aroma de rosas. Fue en la cola, cuando iba en la mitad del recorrido hacia la Capilla. Y luego, en el interior, cuando me quedé en uno de los asientos rezando.
Esa es la señal que la Virgen María está presente en el lugar. Mi felicidad, aún sin María Livia, fue absoluta.
No más palabras. Todo lo vivido quedó registrado en imágenes...



Al llegar a este punto, con la hermosa imagen de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús en las retinas, vale incluir su oración de consagración:
"Purísima Madre mía, quiero consagrarte mi corazón, mi voluntad, mi vida entera.
Llévame al Corazón de tu Divino Hijo Jesús, para que Él habite en mí. Quiero ser totalmente tuyo, Madre mía. Y a partir de hoy servirte fielmente en lo que me mandes.
Sé dulce compañía de mi vida, no permitas que jamás me separe de Tí, y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu compañía.
Bendita y Alabada seas por siempre Madre Mía.
Amén"

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3 comentarios:

Yayi Villegas dijo...

Siempre espero aunque más no fuera un "hola" de lo que publico en mi blog. Pero es cierto, la gente está demasiado ocupada como para leer lo que escribo. Además, no todos se emocionan y les gusta lo que a mí me emociona y me gusta. De todos modos, les doy gracias a los que leyeron y no dejaron mensajes. Un beso a todos.

Ángel dijo...

Hola hermana! Es muy lindo lo que te pasó! Te mando un beso

Yayi Villegas dijo...

Gracias hermanito, me hace muy bien visitar a esa Virgencita. Cuando vayas a Jujuy, deberías ir. Es un lugar increíble, donde se respira paz y se siente la presencia de la madre de Jesús. Gracias por leer y ver las fotos de mi escrito. Beso enorme.