lunes, 21 de noviembre de 2011

SILVIO RODRÍGUEZ EN FERRO 2011









Desde que Silvio Rodríguez vino a la Argentina en 1.984, en esa oportunidad con Pablo Milanés para actuar en el Estadio de Obras, nunca dejé de asistir a sus conciertos.
Salvo en 1.985, que pude verlo en varios oportunidades en el Luna Park, en su mayoría al costado del escenario, donde le tomé infinidad de fotografías, en los años siguientes lo hice pagando religiosamente la entrada como una fanática más.
Desde esa postura de admiradora anónima de su talento, compré en septiembre pasado el boleto para estar en el sector VIP del Estadio de Ferro, el viernes 18 de noviembre.
La posición, fila 20, asiento 50, no era demasiado cercana al escenario, pero para filmar buena parte del recital, me favoreció la pantalla gigante que tenía justo frente a mí.
A diferencia de otros escritos, donde le doy prioridad al relato, antes que las imágenes, en esta ocasión decidí crear un producto musical, con palabras de Silvio y la ovación del público. La idea fue reflejar lo más fielmente posible lo increíble del espectáculo, que con 12 bises se extendió más allá de tres horas.
Este artista siempre se rodeó de excelentes músicos, que en la mayoría de las veces quedan en el olvido, cuando dejan de trabajar con él. Sólo el trovador cubano sabe cómo hacerlos funcional para realzar sus canciones.
Eso fue lo que sucedió con los integrantes del Grupo La Surca, quienes actuaron por primera vez en la Argentina y mostraron un virtuosismo digno de admiración.
Rachid López Gómez en guitarra, Maykel Elizarde Ruano en tres, César Bacaro Laine en bajo, con el agregado del percusionista Oliver Valdés Rey, se encargaron de abrir con un show acústico, donde el jazz se mezcló con el ritmo cubano, y el resultado se hizo merecedor del aplauso generoso del público.
Pero ya era suficente para conocerlos. Hasta ahí. Aprobados todos. Porque en el estadio queríamos verlo a él, al interminable caminador de escenarios, quien finalmente hizo su entrada triunfal, con una simple remera negra y su incipiente calvicie que ya no oculta con gorras que evocan a la Revolución Cubana.
Acompañado por su mujer y madre de su última hija, la flautista y clarinetista Niurka González Núñez, Silvio se ubicó en el centro de la escena para empezar a desandar un camino, donde los viejos temas se mezclaron con los de su último disco "Segunda cita" y otros que estarán incluidos en su próximo trabajo discográfico. Y estos sumados a los conocidos, los que cantamos todos, los que no nos cansamos de escucharlos y nos siguen emocionando, que aparecieron mezclados y fueron en esencia con los que cerró el concierto.
Cada una de las imágenes que siguen a continuación, son el resumen que armé para mi deleite y que seguramente varios de los que también lo admiran, van a saber apreciar.
Silvio abrió su actuación con el tema "En el claro de la luna". Después vinieron los saludos al público de Buenos Aires.
Sus antiguos admiradores pudimos disfrutar del viejo tema "De la ausencia y de tí", que el gran trovador le dedicó a Teté Vergara. Esta actriz fue un gran amor de Silvio. Pero la muerte de ella los separó. Se entiende entonces por qué es tan bella la canción.
La continuidad fue con la presentación de tres temas que estarán en su próximo disco.
El público, y me incluyo, aprobó lo que se podrá escuchar seguramente el año que viene. Pero queríamos más de lo viejo. Ahí se apareció con "El reparador de sueños",incluído en el disco "Tríptico 2", que de los tres discos conceptuales es el que más me gusta.
Para usar las palmas y acordarnos, por qué no un poquito de Mercedes Sosa que lo hizo tan famoso como el propio Rodríguez, el cubano interpretó "La maza".
Aunque su temática actual está más relacionada con el amor, con la naturaleza, con la belleza, Silvio no se olvida de los problemas que "le duelen a Cuba". Le dedicó un tema a los cinco cubanos que están presos hace varios años en Estados Unidos. Y junto a Víctor Heredia, le rindió un homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Interpretaron el mítico "Todavía cantamos" y el estadio se vino abajo.
"Ojalá" era el tema que la gente venía pidiéndole casi desde el principio. Sin embargo, esperó hasta el primer bis para cantarlo.
Desde ese momento comenzó una serie interminable de salidas a pedido del público, porque de verdad, queríamos hacer realidad el pedido: "...y Silvio no se va, Silvio no se va..."
El sector VIP se convirtió en un hervidero de gente, porque los que estaban atrás empezaron a acercarse al escenario, y todo se volvió en un "sálvase quien pueda". Para poder seguir filmando, sin tener una cabeza que me ataje, tuve que subirme a mi silla. Y así varios hicieron lo mismo, mientras los de atrás gritaban inútilmente "abajo, abajo".
Entre los bises, Silvio nos deleitó con otro de los temas del "Tríptico 2", "Ángel para un final". Y nuevamente la ovación, los gritos y los pedidos de más y más temas conocidos.
Cuando ya iba por la décimo primera salida, encendieron las luces del estadio y poco a poco fui buscando la salida. Pensé que "Con sueño con serpientes" se terminaba el concierto. Por eso, con la música de fondo, decidí hacer un rápido paneo de todo el estadio. También incluí la imagen de los edificios vecinos, desde donde sus habitantes sólo pudieron disfrutar de la música, porque tenían al escenario de espaldas.
Me retiré creyendo que todo había terminado. Sin embargo, cuando estaba a una cuadra del estadio, escuché la ovación. Silvio había vuelto a cantar el último tema, el que le había pedido la mayoría, "Te doy una canción". Pero ya no quise volver y me fui caminando por las calles de Caballito, escuchando y cantando entre dientes...
"Como gasto papeles recordándote
como me haces hablar en el silencio
como no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo
y como pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mi, detenida..."
Silvio había vuelto a deleitarnos con un concierto maravilloso.

4 comentarios:

A Cuban In London dijo...

Que suerte! Soy Silviofilo desde que gateaba. :-) La ultima vez que lo vi fue en el 2006 en un concierto aqui en Londres, en el Barbican. Fue precioso.

Saludos desde Londres.

Yayi Villegas dijo...

Gracias por tu comentario. No sabía que tenía un lector cubano desde Londres. Te podrás dar cuenta, soy fanática de Silvio. Es el máximo artista latinoamericano. Que sigas bien.

Caselo dijo...

Hola Yayi. Excelente crónica, tanto audiovisual como escrita del concierto. Qué bueno que hubieras estado ahí, en primera fila, para deleitarte con el espectáculo y deleitarnos ahora con tus letras. Vicente Feliú estuvo semanas antes en Argentina, y una de sus estaciones fue Pergamino. Aunque estoy en Colombia, el gran Vicente me hizo participar de su recital, por eso escribí algo acerca de aquel momento vivido a miles de kilómetros, pero que, de una u otra forma, el trovador hizo que se materializara mi presencia. Te invito a mi blog "El mago de tu corazón". El texto del que te hablo se llama "A dúo con Vicente Feliú". Un abrazo enorme y de nuevo felicitaciones

Yayi Villegas dijo...

Gracias Caselo. Hace tiempo que no nos comunicábamos, pero Silvio nos permitió hacerlo. Lamento no haber estado más cerca del escenario para tener mejores tomas. Después que lea tu escrito, te escribo algo. Saludos.