domingo, 17 de mayo de 2015

CARTA ABIERTA A LOS HINCHAS DE BOCA












Como hincha de River, reconozco que en mi club también hay violentos. También hay gente a la que no le importa lo maravilloso del fútbol.
Descontrolados que rompieron, por ejemplo, las instalaciones del club cuando nos fuimos a la B.
Pero lo que hicieron ustedes el jueves 14 de mayo fue lo peor de un ser humano. Fue una bestialidad sin sentido. Innecesaria.
Si jugando podían ganar y pasar a los cuartos en la Libertadores. Había 45 minutos por delante para hacerlo.
Si nos ganaron un montón de veces, ¿por qué no en ésta?.
¿Acaso no habían sido los mejores de la Copa y nosotros, apenas los peores segundos?.
Pero tenían que atacar a los jugadores de River con esa porquería tumbera del "mostacero" y lo arruinaron todo.
Se arruinaron a sí mismos porque quedaron escrachados como la "vergüenza", el "bochorno", el símbolo de la "cobardía". Ante el mundo.
Ustedes se cansaron de burlarse de nosotros por nuestro descenso. Y seguramente lo van a seguir haciendo de por vida.
Para nosotros fue muy triste ese momento. Si habré derramado lágrimas como tantos hinchas de la banda. Nos dolían esas burlas.
Digo "dolían" en tiempo pasado porque lo más grave es lo que están viviendo los hinchas sensatos de ustedes. Los que saben lo que es la vergüenza.
Nosotros estuvimos en el pozo de la B, pero volvimos de inmediato. Con dignidad.
En cambio, ¿cómo salen ustedes de haber dañado cobardemente a los jugadores de River?.
¿Pensaban que así, con los ojos llorosos y las pieles quemadas, iban a seguir jugando sólo para que ustedes se clasificaran?.
¿Por qué River tenía que agotar todos sus cambios, si sus jugadores no se habían lesionado jugando?. Iba ser injusto si el árbitro Darío Herrera decretaba la continuación del partido.
¿Sólo para que ustedes sigan en carrera?.
Me gustaría saber cuál fue la gracia de ese ataque.
Aunque me imagino que después de haberlo cometido, se deben haber reído. Deben haber festejado la "travesura".
"Mirá lo que le hicimos a la gallina puta", habrán dicho en tono de victoria, sin imaginarse que el daño se lo estaban haciendo al propio club. A los hinchas que pagaron una fortuna por la entrada.
La televisión lo mostró todo. Por suerte. De lo contrario, quién sabe qué habrían inventado.
En estos días escuché el lamento de los hinchas de corazón de Boca, con la cabeza inclinada hacia abajo por el papelón, que entiendo y los compadezco.
Pero también escuché los comentarios más estúpidos de gente con mierda en lugar de cerebro.
Uno de ellos fue que había sido el propio Marcelo Gallardo el que les había arrojado el líquido a los jugadores para que se suspenda el partido.
¿Alguien puede pensar algo tan irracional?. Sí, unos bosteros que se juntaron en la Bombonera, haciendo un banderazo en apoyo a los violentos, a la espera de la resolución de la Conmebol.
Agradezcan que esa organización del fútbol con sede en Paraguay fue bastante benévola.
¿Qué le hacen a Boca, con la plata que tiene, los U$s 200 mil de multa y los cuatro partidos internacionales sin jugar en la Bombonera?. Con unos amistosos agotan la sanción. Listo. Olvidada la maldad.
Hasta van a apelar la sanción. Y no sería nada raro que les perdonen todo.
Es Boca. El club de la "mitad más uno". El de la bombonera que "late". El gran campeón de Argentina.
Me niego a dudar como muchos, que hubo dinero de por medio para que la sanción les resulte tan barata. Sólo que no puedo evitarlo.
Así como ustedes se perdieron la posibilidad de festejar la clasificación por culpa de ese grupito que organizó y llevó a cabo el ataque.
También nos privaron a nosotros de lo mismo.
Después de lo que pasó, cuando aún no se sabe las consecuencias que tendrán los jugadores afectados como Leo Ponzio,  Leonel Vangioni, Ramiro Funes Mori y Sebastián Driussi, que encima ahora sufre meningitis, no había ánimo para festejar una decisión de escritorio.
Es que el fútbol se juega en la cancha, no en los despachos.
Ustedes llegaron a la Copa quitándole a Vélez esa posibilidad, por un favor de Julio Grondona. Y ahora se fueron de la misma manera. Por un despacho de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Todo mal hicieron esa noche fatídica del jueves 14 de mayo.
La poca solidaridad de los jugadores para con sus pares de River, fue patética.
Primero intentando jugar de todas maneras, luego demorando su salida de la cancha y por último, el saludo y los aplausos a los mismos que provocaron el desastre.
Cuando Daniel Osvaldo y Agustín Orión fueron hasta el banco de River. No fue porque se volvieron compasivos. Sino que quisieron comprobar con sus propios ojos que no estaban disimulando.
Lo comprobaron y aún así siguieron con el propósito de continuar el partido.
Si hubiesen ganado la clasificación, aunque nos pese a los River, hasta el drone con el fantasmita de la B hubiera resultado simpático.
Sin embargo, levantado en alto y sobrevolando el campo de juego, cuando había jugadores afectados, que ni siquiera podían irse a ser atendidos por un médico, fue una burla absurda.
Siempre se dice que del fracaso se sale y a veces con una fortaleza inquebrantable. Pero de lo que no se sale es del ridículo.
Nosotros, como la Juventus, Rosario Central, Huracán, Racing, Independiente y tantos otros clubes grandes de aquí y del mundo que también descendieron, volvimos con la cabeza en alto.
En cambio, ustedes, cuestionados en varios idiomas y por sus hinchas, no les va a ser fácil volver de la humillación, la vergüenza y por qué no el ridículo...


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