domingo, 15 de mayo de 2011

MI ENTREVISTA CON SILVIO




A Silvio Rodríguez lo convertí en mi ídolo desde mi 1979, cuando lo descubrí en una nota en la Revista Humor. No era un reportaje. Simplemente la periodista Gloria Guerrero hablaba maravillas de su música y decidí buscar sus discos, que en ese entonces estaban prohibidos en el país. Y cuando lo escuché, me partió la cabeza. Un tipo solo con su guitarrita, con un color de voz diferente y unos temas bellísimos para llenarte el alma. Fue suficiente para elegirlo.
Con militares en el Gobierno, era imposible una visita suya. Pero con la llegada de la Democracia, el sueño de tenerlo en la Argentina, poco a a poco se hizo realidad.
Si bien vino con Pablo Milanés en 1984, fue en su segunda visita, en 1985, cuando lo conocí y tuve la oportunidad de entrevistarlo para la Revista Siete Días.
Nunca sufrí tanto en un reportaje. Era muy difícil tenerlo frente a frente. Es que lo admiraba tanto que no quería mostrarme demasiado obsecuente .
Ese día hubo un "crack" en mi vida y fue el nacimiento de una linda amistad. Silvio fue, es y seguirá siendo mi artista preferido.
Las fotos que adornan este escrito son sólo algunas de las numerosas que le tomé en sus distintos viajes a la Argentina. Las de blanco y negro, tuve el placer de revelarlas en el laboratorio que me armé en un pequeño cuarto en el departamento donde vivía en ese momento. Estudiaba Fotografía y en algo tenía que poner en práctica los conocimientos que iba adquiriendo. Esas las tomé en 1986.
El tema "Causas y azares" lo eligí porque tiene que ver con el disco que vino a presentar, acompañado por el grupo "Afrocuba".
La particularidad de esta entrevista a Silvio es que nunca se publicó. Quiero entender que el personaje, por más que me autorizaron la nota cuando la propuse, no era del agrado de las autoridades del medio. Doy fe de la tendencia hacia la Derecha del entonces director. Aunque tal vez la nota era mala. No lo sé. La duda me quedó para siempre.
Hoy decidí publicarla en mi blog, tal cual la escribí. Con los errores de una joven con más entusiasmo que talento, con poca experiencia como Periodista. Y encima con un fanatismo enorme por el entrevistado. Aquí va:

"Se hace difícil anteponer la objetividad, para poder tratar con este hombre menudo, que ya pisa los 40 años, por el cual esta periodista siente un profundo cariño y admiración. Este hombre talentoso en extremo, que ya no necesita de su apellido, porque basta decir "Silvio", sin el Rodríguez a cuestas, para saber de quién se está hablando.
Más delgado, seguramente producto del problema pulmonar que sufrió el año pasado y lógicamente del cansancio de amanecer cada día en un sitio diferente, y con una serenidad a flor de piel que impresionó de entrada, así apareció Silvio Rodríguez. Ya sea desde el momento de su arribo al Aeropuerto de Ezeiza, como antes de partir, en este su segundo viaje a la Argentina.
Una corta visita de apenas una semana, para hacer con el grupo "Afrocuba" cuatro recitales en el Luna Park, pero que dejó demostrado nuevamente que después de Joan Manuel Serrat, es el único artista de afuera por el que el público argentino siente veneración, aunque haya muchos que no terminen de perdonarle haber nacido en Cuba y de ser un gajo de la revolución.
Se iba luego al Brasil, a enfrentarse por primera vez con un país que no admite fácilmente a los extranjeros por más talentosos que sean. Pero el desafío lo movilizaba. "Creo -dijo en la conferencia de prensa-, que voy a hacer dos conciertos en San Pablo y dos en Río de Janeiro, y sobre todo voy a participar en un programa que vienen haciendo Chico (Buarque de Holanda) y Caetano (Veloso), que en esta oportunidad se va a alargar una hora más".
De todos modos, aún acuciado por la falta de tiempo, hizo un huequito para intercalar esta charla, la única a una revista, después de dos entrevistas a un mismo diario, y en la que más allá de lo artístico, se descubre a un ser humano solitario, sensible y cálido, pese a que poco le gusta el periodismo para manifestarse a través de él, ya que señala que "los reportajes me quitan tiempo para la creación".
Pero en fin, está "atrapado" ante el grabador. Atento a las preguntas, cortante a veces, agradable otras, y sobre todo deseoso de que pronto termine el interrogatorio.
-En varias ocasiones declaraste que disfrutabas más el hecho de componer que actuar ante el público. ¿Qué te hace inclinarte fundamentalmente por la soledad de la creación?.
-Porque es la parte creadora de mi trabajo. Lo demás es una parte reproductora.
-Suena extraño que no disfrutes del encuentro con el público.
-Es grato también. El hecho de que prefiera la parte de la composición, no quiere decir que desdeñe o subestime lo importante que es el contacto con el público. Sobre todo un público como el de aquí, que es tan amoroso y tan cálido. Y a quién no le gusta un público así.
-¿Te han comenzado a pesar los años?
-A quién no.
-Si tuvieras que hacer un balance de estos años de música, de vida, ¿qué rescatás en concreto?
-Tengo razones para sentirme satisfecho, en el sentido de mi relación como artista con la gente. Porque mi trabajo...mis ideas en definitiva, han llegado al pueblo y las han comprendido en mayor o menor medida. Y el pueblo ha respondido con amor, o sea que ha reciprocado mi intención de comunicación. Mi intención de cooperar con esto que yo hago, en procura del mejoramiento humano. Sino qué sentido va a tener el arte sino es ése. En el aspecto ya personal de la creación, nunca me conformo. Siempre me parece que tiene defectos, cuando miro lo que he hecho hacia atrás. Siempre hay cosas por superar. Trato de aplicarme y de ser autocrítico.
-¿Qué es lo que más criticás de lo que hiciste anteriormente?
-Fundamentalmente aspectos formales de mi trabajo, tanto musical como literalmente. O sea aprender a escribir. Aprender a tocar. Aprender a cantar o a hacer mejor música, o a adecuar la música a los contenidos de mis canciones. Toda la disciplina interna del que compone. Eso exige una aplicación, estudio y un espíritu muy autocrítico.
-Antes era como si compusieras con el fusil en la mano, dispuesto a disparar en cualquier momento.¿Te has vuelto más pacifista ahora?
-No, en realidad la vida es la que ha cambiado. Eran muy distintos los tiempos en que yo empecé a cantar en la década del 60', cuando la lucha de clases era muy fuerte en mi país. Era la época de mayor contingencia revolucionaria en Cuba, cuando yo ni siquiera comenzaba a participar como cantor o como experimentador en el mundo de la canción. Y mi participación en la vida era realmente -desde el punto de vista laboral y humano- más contingente, junto con toda la juventud de mi pueblo en las tareas revolucionarias. Era soldado. Y aún así, hice muchas canciones amorosas, reflexivas. Lo que sucede es que por aquella época, existía poca gente en Cuba que hiciera canciones tan identificadas con la Revolución. Y nos dimos cuenta de que era muy necesario dar a conocer primero todas esas canciones que las otras. Pero en realidad, siempre he compuesto más canciones de amor que políticas, aunque las canciones de amor pueden ser políticas. Porque se dice que todas las canciones son políticas, ya que todas encierran una ética, una visión del mundo, pués, están mostrando una conducta o una manera de ser...una política en definitiva.
-Hace algún tiempo Mario Vargas Llosa comentaba que "cuando la Literatura sirve para la política se convierte en propaganda". ¿Es posible que pase lo mismo con la música?
-Eso no quiere decir que la propaganda sea mala. Yo no quiero cuestionar algo que él haya dicho, pero por ejemplo Bertolt Brecht, uno de los poetas más grandes que he conocido, era extraordinariamente político, didáctico y poético. José Martí, el héroe nacional de Cuba, también era extraordinariamente político y es uno de los poetas más grandes de la lengua hispana de todos los tiempos. Después Neruda, Guillén, César Vallejo...qué es lo que está cuestionando ese señor.
-Últimamente has manifestado en algunos reportajes, que pensabas dedicarte más a la Literatura y al Cine.¿Es eso cierto?
-No, dije solamente que me gustaría hacerlo, no que lo vaya a hacer. Incluso porque hasta me iba a dar un poco más de tiempo para componer, aunque parezca paradójico. Es necesario, a veces, si uno no quiere experimentar y profundizar como uno desea en materia de composición, de diálogo con la gente, un poco de tiempo.
-¿Cuánto tiempo te das para la creación?.
-Yo me daría todo lo posible, pero ustedes me dan poco...
-¿Pretendés hacerme sentir culpable?
-No, por favor, no lo digo con esa intención.Solamente estoy respondiendo a tu pregunta.
-Pero, ¿cuánto tiempo en realidad le dedicás?
-Le dedico el que puedo. Y a veces puedo muy poco, sobre todo en los dos o tres últimos años.
-¿Sos una persona libre?
-Vivo en la cárcel de mi conciencia y de mi voluntad. Eso también es una prisión.
-¿Y no es bueno acaso escaparse alguna vez de esa prisión?.
-Sí, de pronto te pueden entrar deseos de volar y lanzarte por un balcón, pero la conciencia de la realidad te lo impide.
-¿Por dónde pasa tu libertad?
-Por los principios de mi pueblo. Por su dignidad, por la justicia social, por comprender que no vivo solo porque vivimos en colectividad y todos tenemos aspiraciones y necesidades, y que todos tenemos derecho a la educación, al pan, a la salud y a defender lo que con justicia hemos conquistado. En fin, mi libertad es mi revolución.
-¿Cómo se compone tu familia?
-Tengo una familia numerosa.
-Tenés hijos, ¿verdad?. ¿Qué edades tienen?.
-Tengo cuatro hijos, de tres a catorce años.
-¿Qué le enseñás a tus hijos?.
-No a cantar por supuesto, porque no estoy facultado para enseñar ni a mis hijos ni a nadie. Pues bueno, les enseño a veces la música. Y más bien que les enseño poco. Mis hijos (se ríe) son los que me enseñan a mí.
-¿Qué es lo que te enseñan ellos?.
-Me enseñan a amar a los seres humanos.
-No puede ser.¿No está acaso en vos amar a los seres humanos?.
-Sí, pero ellos me siguen enseñando.
-Entre los temas de tu nuevo repertorio, hay un tema, "Canción en harapos", que llama mucho la atención por la crítica que le hacés a la burguesía. ¿No te volviste vos también un poquito burgués, al viajar en aviones y alojarte en los mejores hoteles?.
Evidentemente molesto, responde:
-¿Ser artista es ser burgués?. Yo no veo que ser artista es tener que ser burgués.¿A quién sirve mi arte?.¿A favor de quién estoy?.¿A favor de quién canto?. Eso es lo que hay que ver.
-¿Sos un rebelde?.
-No, soy un inconforme.
-¿Contigo mismo siempre?.
-No siempre. No tengo por qué estar siempre conforme. Pero sí, conmigo mismo soy bastante inconforme en lo que hace a mi trabajo.
-En tus canciones siempre te referís a la mujer. ¿Es la misma o han sido varias tus musas inspiradoras?.
-¿Por qué?. A veces hasta la soledad es una mujer. Por lo menos es femenino.
-¿Sufriste muchos desengaños amorosos?.
-...Y no también.
-¿Te imaginás anciano?.
-Espero no llegar a eso.
-¿Le temés entonces a la vejez?.¿Y a la muerte?.
-No. Pero a la muerte inútil, sí. Y más que temor es desprecio. De todos modos, la muerte es más natural que la vida, ya que la vida es un accidente. En cambio la muerte es un destino de los que viven.
-¿Tenés conciencia de tu seducción ante el público?.¿De que pese a tu parquedad en algunas ocasiones, la gente llega a veces hasta conocerte como persona?.
-No sabía que la gente me conociera como persona. Bueno, la gente puede llegar a imaginarse una persona a través de los textos de sus canciones. En todo caso, más bien se estarán imaginando una sensibilidad. En ese sentido, la gente sí tiene razones para conocer parte de mi persona. Pero no pretendo ser un seductor, aunque me hubiera gustado ser el flautista de Hamelin, para seducir a los enemigos de la humanidad. Llevarme como el flautista de Hamelin a todas las ratas al río y allí ahogarlas. Eso sería para mí seducir.
-Lo que decís, da a entender que aún seguís con el arma del soldado en la mano.
-Claro, es que es necesario a veces.
-En alguna oportunidad dijiste que lo más hermoso lo habías vivido durante tu infancia y adolescencia. ¿Cuáles son tus recuerdos más salientes de esa época?.
-Fundamentalmente la naturaleza: los bosques, el río, los animales de mi pueblo.
-¿Naciste en el campo?.
-Nací en un pueblo, San Antonio de los Baños, al lado del campo. Un pueblo pequeño del interior, pero que tiene un río que lo atraviesa, donde todos los muchachos aprenden a nadar y yo entre aquellos muchachos, y donde hay mucho bosque en los alrededores. Muchos lugares para correr, muchas matas para subir, piedras, cuevas donde meterse, caballos que montar, perros que tenés de compañeros y todo es hermoso. Eso le gusta a todo el mundo.
-¿Hay alguna imagen que te haya quedado grabado de ese tiempo?.
-La primera vez que me escapé de mi casa y me bañé en el río sin permiso.
-Fue tu primera rebelión.
-Una manera de que se manistara la naturaleza humana.
-¿Alguna vez te prohibieron en tu casa que abrazaras la carrera artística?.
-No, todo lo contrario. Sucedió al revés: yo era el que no quería y todos en mi casa querían verme artista.
-¿Por qué te negabas?.
-Porque no me interesaba. Mitad por miedo escénico y mitad porque no me veía a mí en un escenario. No me parecía muy serio eso. Me interesaba más otro tipo de profesión...Yo era periodista.
-Entonces entenderás por qué presionamos tanto para lograr una entrevista con vos.
-Yo no hacía entrevistas. Hacía crónicas, fotografía y dibujaba. También hacía historietas cómicas e ilustraciones.
-¿Qué quedó de aquel periodista?.
-Afortunadamente nada.
-¿Sos el músico mejor pago de Cuba?.
-No. Hay muchos músicos que tienen el salario que tengo yo. No soy el mejor pagado en el sentido del dinero, porque hay otros que ganan más dinero que yo. Pero lo que sí, soy moralmente muy bien pagado y a mí me basta con eso.
-¿Hasta qué punto te interesa el dinero?.
-Hasta ninguno. En el sentido que ante determinadas situaciones pueda resolver cuestiones, es necesario. Pero me parece que se puede prescindir de él.
-¿Alguna vez pasaste hambre?.
-Cuando niño, estuve cerca. Era la época de la dictadura de Batista.
-¿Esa barrera que colocás delante tuyo, es fruto de la timidez o es que en verdad intentás ser agresivo?.
-En todo caso, ¿a tí te han entrevistado alguna vez?. Tendrías que pasar por eso. Yo no sé si soy tímido, si soy pesado, sangrón...
-¿Llorás a veces?.
-No suelo llorar. Supongo que me desahogo haciendo canciones.
-¿Sos un hombre de palabra?.
-Trato de no escupir para arriba para no mojarme.
-¿Te arrepentís de lo que decís o hacés?.
-Trato constantemente de decir o hacer cosas de las que no tenga que arrepentirme. Sencillamente soy cuidadoso.
-Hay quienes dicen que día a día América Latina va hacia una socialización política. ¿Compartís esa opinión?.
-Yo creo que se está llegando a un punto donde cada vez es más fuerte la necesidad de unirnos y creo que se está llegando a esa conciencia poco a poco. Eso que quería Bolívar, Martí, San Martín y todos los próceres que hicieron las repúblicas, nuestra América. El proceso es largo y muy doloroso, pero parece que no habrá remedio para conseguirlo.
-El retorno a las democracias producido en los últimos tiempos, ¿no es tal vez un punto de partida de lo que decís?.
-Me parece que es interesante, aunque es un proceso que debe consolidarse más todavía. Requiere de un gran esfuerzo, de una gran unidad de los pueblos y de una gran honestidad también por parte de los políticos de todos los partidos. Pero por sobre todo, que funcione esa conciencia colectiva, esa necesidad y esa voluntad de unión.

4 comentarios:

Alejo dijo...

Muy bueno y emocionante a la vez Yayita.sos una talentosa por naturaleza.Te mando un beso grande!

Yayi Villegas dijo...

Alejito: qué lindo lo que me decís. Muchas gracias. Además, me encanta que hayas podido dejarme tu mensaje en este sitio. Ahora estás en condiiciones de opinar sobre lo que escribo, cada vez que quieras. Te quiero mucho.

Ángel dijo...

Hola hermanita! Este reportaje realizado cuando Silvio era sujeto de culto de la izquierda y de la intelectualidad progresista, pudo haber cambiado la posición de mucha gente que veía a aquel solo como un revolucionario, si se hubiera publicado, al descubrir a una persona cómún y con sencillez familiera! Besos.

Yayi Villegas dijo...

Hermanito: qué lindo lo que me escribís. Porque cuando lo entrevisté, fue ese mi objetivo: mostrarlo como un tipo normal, que no estaba todo el tiempo con el fusil apuntándote y con la mente cerrada al sentimiento. Lo que quería es que si este tipo era capaz de cantarle a la Revolución, también tenía un costado humano que permitía crear canciones de amor tan bellas como las que tiene en su haber. Un beso y gracias por tu intuición.