miércoles, 22 de diciembre de 2010

CINE TESTIGO DE TANTOS BESOS

Volví a pisar el cine Altos Hornos Zapla, testigo de besos del pasado, robados al amparo de la oscuridad, aunque la mayoría de ellos consentidos...

Fue como una escena de la película "Cinema Paradiso", donde se logró recuperar un cine que estaba, todavía no en ruinas, pero sí bastante arruinado.

Me encontré con un edificio renovado en su totalidad. Ahora es el Cine-Teatro Altos Hornos Zapla, luego de la restauración que le llevó algo más de cinco meses.

Desde su fundación en 1962 pasó por varios estados: de gloria, abandono, resurrección y hasta un cierre temporario.

Sucede que al pobre le tocó depender de los poderes de turno, que lo utilizaban de acuerdo a su conveniencia.

Por estar dentro del radio de lo que alguna vez fue la fábrica militar de Altos Hornos Zapla, fue creado en ese ámbito para un lugar de esparcimiento de las autoridades de la fábrica y de sus empleados.

Como todo militar, que le gusta "todo a lo grande", se construyó con dimensiones por demás pretenciosas para lo que era en la década del '60 una localidad tan pequeña. Tenía por ese entonces 1.600 butacas.

En los '80, con el advenimiento de la Democracia, el cine pasó a ser un "lugar creado por los militares", es decir "mala palabra", y se le retiró el subsidio que recibía por su mantenimiento.

Ya ni viejas películas se daban y terminó cerrándose por dos años. En ese interín, Zapla dejó de ser del estado y se privatizó.

A fines de los '90, el cine pasó a la Municipalidad de Palpalá, que comenzó a utilizarlo para actos, espectáculos y funciones de cine. Sin embargo, su aspecto seguía en decadencia.

Hasta que gracias a la intervención fortuita de Néstor Kirchner, en 2006, cuando aún era presidente de la Nación, la posibilidad de refaccionarlo pudo hacerse realidad.

Kirchner había venido a Jujuy y pasó por Palpalá, donde se reunió con el intendente Alberto Ortíz. Pero un súbito deseo de ir al baño del entonces mandatario, fue el comienzo de una nueva historia.

Las oficinas de la Municipalidad están pegadas al cine. Ortíz le indicó el baño. Sin embargo, Kirchner equivocó el camino y entró al escenario. Allí, según lo contó el propio intendente, se quedó sorprendido no sólo por la amplitud del edificio, sino también por el decadencia.


Cuando volvió a la oficina de Ortíz, Kirchner le dijo: "Qué hermoso cine tienen ustedes aquí. Es una lástima que se encuentre en tan malas condiciones. Yo te voy a mandar un subsidio para que lo pongas a nuevo".


Esas promesas que en muchos políticos no quedan más que en promesas, esta vez fueron verdaderas. Si bien es cierto, pasaron algunos años, pero el otorgamiento del subsidio se concretó, incluso ya con Cristina Fernández al frente del Poder Ejecutivo.


Lamentablemente cuando la refacción estuvo lista, ya el ex presidente había dejado de exitir y no pudo ver la obra terminada.


El intendente Ortíz, en agradecimiento por el subsidio que le permitió tener un espacio cultural que ahora es el orgullo de los palpaleños y hasta de la provincia, lo bautizó al Cine Teatro Altos Hornos Zapla con el nombre honorario de "Sala Néstor Kirchner".


El día de la renauguración, el pasado 3 de diciembre, no sólo se realizó un festival folklórico con músicos locales, sino que al día siguiente se presentó la obra: "Borges y Perón", protagonizada por Víctor Laplace y Jean Pierre Noher.


Yo pude observar la belleza del edificio, al asistir a la entrega de premios a los deportistas del año en Palpalá. Y no puedo negar que me produjo una emoción enorme de verlo tan hermoso.

Me enteré que de las 1.600 butacas originales lograron recuperar 1.200 y que está previsto incluirle próximamente otras 100.

Que se cambiaron los telones y toda la instalación eléctrica. También se colocaron nuevos sistemas de iluminación y de proyección de películas, porque los anteriores estaban absolutamente desactualizados. Y se colocó aire acondicionado en toda la sala, incluidos los camarines.

Estos camarines para los artistas, tres en total, que no pude ver, fueron equipados también con ducha y gran comodidad.

Fue inevitable no sentirme atrapada por la belleza del presente, mezclada con los recuerdos del pasado, cuando aún creía en el amor...

Ese cine no sólo fue el sitio para los primeros mimos con la persona que me robó el corazón, sino también casi el testigo del final de una historia, cuando en la década del '90 se produjo un reencuentro inesperado.

Recuerdo que el hall de cine, que no me acuerdo si ya no funcionaba como tal, se había convertido en una especie de bar. Y luego de caminar por el lugar, recordando viejas épocas, fuimos allí a tomar una gaseosa.

Esa había sido mi última imágen del cine. Cuando todo se rompió, mal, para siempre, nunca más quise volver.

Por eso, tal como una película, al recorrer con mi cámara el edificio, me sentí acompañada por la preciosa melodía de Ennio Morricone...

3 comentarios:

Yayi Villegas dijo...

Me hubiese gustado tener un comentario sobre este cine. Porque seguramente no fui la única que se enamoró en ese lugar...y ahora verlo tan lindo...emociona. ¿Si alguien quiere agregar algo más?, lo agradezco de corazón.

Ángel dijo...

Impresionante homenaje!!!!! Realmente hiciste que recordara viejos momentos, hasta cuando te acompañaba en compañia de aquel que "te robó la adolescencia y la juventud", pero quiero quedarme con este presente y tu homenaje con la música de Cinema........ Emocionante!!!!!!!! Besos y Abrazos. Angelito tu hermano

Yayi Villegas dijo...

Gracias hermanito. Me encanta que hayas entendido mi sentimiento cuando lo escribí y en la previa, cuando entré al cine y lo filmé. Lo ví tan lindo y se me vieron todos los recuerdos encima. Me alegro que te haya gustado mi homenaje.