viernes, 19 de noviembre de 2010

MOLTONI Y EL SACO AJENO

Tengo un muy buen recuerdo de Enrique Moltoni, cuando lo tuve como compañero en "Nuevediario".
Siempre fue un hombre serio, respetable, elegante. Por eso la anécdota que tengo para contar de él resulta aún más graciosa.
Un día llegó demasiado tarde para la edición del mediodía del noticiero. Es más, ya había comenzado. Y era sabido que "las llegadas tarde" a Horacio Larrosa, el Director de Noticias, lo ponían de muy mal humor.
Enrique entró apurado al canal, apenas saludó en la redacción y se fue urgente a maquillaje.
Una vez que estuvo maquillado, vino corriendo en camisa a la redacción. Yo estaba sola en la oficina y me preguntó si había dejado allí su saco. Le respondí que no. Y comenzó a preguntarse en voz alta dónde lo había puesto.
Enrique estaba muy nervioso porque se veía venir el reto del jefe. Entonces se fijó en el perchero, por si encontraba alguno que le quedara bien para salir del paso.
Sólo que el único que estaba era el de Gustavo Sammartino, un productor que actualmente está en Radio Mitre.
Todos los que conocen a Sammartino, saben que su contextura es pequeña. Moltoni, en cambio, es alto y con un físico más robusto.
Sin embargo, en su desesperación, Enrique decidió ponerse el saco de Gustavo. Basta recordarlo, para reirme sola mientras lo escribo.
Le quedaba horrible. Demasiado corto y tampoco le alcanzaba para prenderse los botones.
En esa situación, era imposible que pudiera salir al aire.
Pero yo me lo imaginaba ante cámaras, dando las noticias deportivas, con un saco corto e imposible de prender. Y eso me mataba de la risa.
Mientras lo tenía enfrente, tan patético, era tremendo el esfuerzo que debía hacer para no reirme a carcajadas. Porque el pobre Enrique, no se lo merecía. Y de verdad estaba angustiado.
Le dije que así no podía ir al piso. Que fuera a maquillaje, porque seguramente allí había dejado su saco.
Nervioso como estaba, se quitó el de Gustavo y en lugar de colgarlo en el perchero, lo dejó tirado sobre una mesa y se fue a maquillaje.
A los pocos minutos, lo ví en el aire, con su saco puesto. Como era de esperarse, lo había dejado en el perchero de la sala de maquillaje.
Cuando terminó el noticiero, Gustavo volvió a la redacción. Y lo primero que le llamó la atención fue que su saco estaba tirado sobre una mesa.
Yo, que seguía riéndome sin parar, apenas le pude explicar el incidente de Moltoni. Sammartino no se enojó. No era necesario. También él empezó a reirse.
Hace 21 años que estoy en Canal 9 y juro que nunca me reí tanto en la redacción como ese día. Todo gracias al saco "extraviado" de Enrique Moltoni.

2 comentarios:

gustavo siegrist dijo...

Yayi...si que me acuerdo de esa situacion, como bien dijiste, estabas vos sola y nosotros (Horacio Larrosa y Gustavo) en edicion y en el control...Me imagino los nervios de Quique...Sigue tan elegante como siempre y tengo la suerte de tenerlo cerca en la provincia...Lindo recuerdo

Yayi Villegas dijo...

Gustavo: gracias por leer mi blog. Fue algo muy gracioso, por eso quería contarlo. Dale mis saludos a Enrique, de quien como dije, guardo el mejor de los recuerdos. Saludos.