lunes, 29 de octubre de 2012

LA PERSONA QUE MÁS QUIERO: MI MAMÁ


Elegí esta foto para homenajear a mi mamá porque es desde hace 10 años, se la ve más joven y porque fue tomada en Centro Forestal, la pequeña barriada en las afueras de Palpalá, en Jujuy, donde viví en mi infancia y adolescencia y por la cual ella aún sigue sintiendo un cariño entrañable.
Fue en la fiesta patronal de San Judas Tadeo, a la que mi mamá asistió para renovar los votos de afecto por el santo y el lugar. Porque así de sentimental es. A alguien tenía salir yo, siempre con los sentimientos a flor de piel.
No importa que esto lo haya escrito fuera del Día del Madre. Porque para mí todos los días son el Día de la Madre. Es decir que mi homenaje es eterno hacia la persona que me dio la vida hace más de 50 años.
La misma persona que me contagió la Fe en Dios y en la Virgen María.
La misma que me enseñó el amor por los animales. Mi mamá fue la inventora en casa de ponerle vida humana a nuestros gatos. Todos tenían sus voces y sus personalidades muy definidas. Hemos tenido gatos hinchas de clubes diferentes a los nuestros. Tuvimos uno de Independiente, como "Nino" y otro de Boca como "El Ovejuna Gran Siete". Hemos tenido también gatos peronistas, radicales y hasta un desarrollista. Y todo a partir de la "locura linda" de mi madre.
Ella también me inculcó el orden y la limpieza. Valores muy importantes para cualquier ser humano.
La misma que supo ponerle humor, aún a las situaciones más complicadas. Con mi mamá y mis dos hermanos, nos hemos reído mucho cuando éramos chicos y después, cuando nos juntábamos en las vacaciones.
La misma que me hizo hincha de River y va a ser el equipo de mi vida hasta que me muera, porque fue mi elección cuando fui creciendo.
A mi mamá le debo mis abultadas cuentas de teléfono, que son de las pocas que pago con agrado. Porque no podría estar más de dos días sin hablar con ella. Aunque en nuestras charlas, es mi mamá la que más habla.
Yo la entiendo, está muy sola en este momento y no puede sincerarse con la gente como lo hace conmigo y con uno de mis hermanos, con quien se comunica sólo los domingos en la tarde-noche. Entonces la llamo, la saludo y ella empieza a hablar y hablar, y a veces ni se entera si me pasa algo. Pero me digo, ¿para qué amargarla si ella necesita comunicarse?. Y eso es lo que vale.
Mi mamá es sinónimo de comidas ricas. Lo máximo son sus pizzas. Crocantes y livianas, para chuparse los dedos. Para mi gusto, le gana a cualquier pizzería. Y no lo digo yo solamente. Cuando éramos chicos, cada vez que había pizza, siempre había amigos que se agregaban sin que los invitemos. Pero siempre había un plato disponible para un nuevo comensal.
Otra de sus especialidades son los pastelitos. Pero yo prefiero sus tortas fritas, aunque hace un montón de tiempo que no las pruebo. Como mi mamá las hacía cuando éramos chicos cuando llovía y en Jujuy los tabacaleros no dejan llover en Primavera y principios del verano, destruyendo las nubes con misiles, la mayoría de la veces me quedo con las ganas de comer unas deliciosas tortas fritas.
De chica, me gustaba comer hasta la masa. Recuerdo que me metía abajo de la mesa cuando mi mamá amasaba y cuando se descuidaba, le sacaba un pedacito. No entiendo cómo me puede haber gustado eso que a la distancia me resulta horrible.
Los locros son otro logro de mi mamá. Porque los hace tan ricos y livianos, que no viene mal repetir. En mi niñez y adolescencia, solía comerme dos platos, cuando el invierno era duro y había que calentar el estómago. Eso explica por qué era más gordita en esa época. La cocina de mi mamá era la culpable y mi boca, por supuesto, por no cerrarse a tiempo.
Mi mamá nunca puso palos en la rueda, cuando le manifesté mi intención de estudiar Periodismo. A ella le hubiera gustado que hiciera mi carrera en Jujuy, pero en los años 70'/ 80', no había Ciencias de la Comunicación. La Universidad Católica, en Salta, sí contaba con esta carrera.
Aunque mi deseo era estudiar en Buenos Aires, por mi mamá fui un día a averiguar los requisitos a Salta. No me acuerdo si fue porque era muy cara o por otro motivo, pero finalmente dejé de lado esa universidad y opté por una escuela de Periodismo en la Capital Federal, donde además me quedé a vivir. Y mi mamá, en silencio, tuvo que soportar mi decisión.
Mi mamá nunca me dijo nada respecto a mis desilusiones amorosas, como así también tampoco me dijo antes que tal o cual persona no me convenía. Siempre valoré su apoyo tácito, cuando me tocó el tiempo de las lágrimas.
Ahora, que ya no hay amores, ciertos ni platónicos, es un problema menos para mí y por supuesto también para ella, que no tiene que sufrir por verme desahuciada.
Lo que lamento es no haberle dado un nieto. Pero yo lamento más no haber sido madre. Pero es así. Nunca encontré a la persona ideal para formar una familia y tener un hijo porque sí, nunca estuvo en mi proyecto. Siempre soñé con un hijo con madre y padre. Así que me quedé con esa deuda, insalvable, de por vida.
Tengo tanto para decir de mi mamá, pero no quisiera exponerla demasiado.
Sólo voy a señalar que la quiero con toda mi alma. Que es la razón de mi vida. Es la persona en la que pienso cuando estoy muy agotada y me cuesta levantarme para ir a trabajar. Es la primera con quien comparto mis alegrías y la última en participar de mis tristezas, para que no sufra estando tan lejos.
Gracias mami por ser mi mamá...

5 comentarios:

gustavo siegrist dijo...

Yayi...que mas que decirte que obviamente lo mas importante que te transmitio tu mama es ser como sos y lo demostras dia a dia...Besos

Sergio dijo...

Lo genetico no se puede ocultar!,parada igual que mi vieja,y muy parecida a don Solindo.Recuerdo siempre las historias que mi Mama me transmitio sobre la costumbre,cuando ambas eran niñas,de entretener a los peones del abuelo,con historias disparatadas de animales parlantes,para lo que utilizaban de involuntarios protagonistas,a los perros y gatos del lugar,siempre recuerda mi vieja que buena gente que eran estos trabajadores,que se entretenian tan sencillamente,y jamas les hicieron pasar un mal momento(igualitos a nuestros ciudadanos de hoy dia!).SALUDOS A LA LITTLE SISTER!

Yayi Villegas dijo...

Gracias Gustavo, mi mamá predicó siempre con el ejemplo y lo que más rescato de ella es su buen humor, que por suerte lo heredamos los 3 hermanos. Un beso.

Yayi Villegas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Yayi Villegas dijo...

Sergio, aún con los errores propios del ser humano, hemos tenido suerte de tener a dos madres geniales como personas y muy creativas por aquello de los animales con voz propia. Saludos.