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domingo, 11 de septiembre de 2011
POR ESTA NOTA INGRESÉ A "NUEVEDIARIO"
El 25 de septiembre cumpliré 22 años en Canal 9. Una hazaña de permanencia, porque nunca había durado tanto en un trabajo. Pero aquí estoy, con la camiseta puesta, gracias a Horacio Larrosa que me convocó para esa tromba periodística llamada "Nuevediario".
Cuando Horacio murió el año pasado y le rendí mi pequeño homenaje, conté cómo fue que lo conocí, a través de una entrevista que le hice junto a su hijo Leandro para la revista "La Revista".
Sin embargo, vuelvo a traer a colación que logré juntar al productor del noticiero más exitoso de la Argentina y pionero de un estilo, con el copiloto de motonáutica más joven del mundo, con sus apenas 16 años.
Esa entrevista la conseguí gracias a Matu O'Connor, entonces jefa de prensa de Canal 9, quien actuó de mediadora para contactarme con una persona tan ocupada como Larrosa.
Lo que menos hubiera imaginado era que Horacio iba reconocer que fui la primera en ver como una nota interesante, la de juntar a dos exitosos, con el aditamento de ser padre e hijo. Y tampoco que me iba a tener en cuenta para un próximo empleo. Porque de verdad, no lo hice especulando con eso.
Esta entrevista fue en febrero de 1989. Fui con el fotógrafo Jorge Amado a Canal 9, a esperarlo que terminara la edición del noticiero del mediodía y después él nos llevó en su auto hasta San Fernando o El Tigre, no recuerdo bien, donde estaba su lancha. De allí salimos a recorrer el Delta. Mientras Jorge le tomaba las fotografías a Leandro, que había llevado todos los trofeos que ganó hasta ese momento, yo lo entrevistaba a Larrosa. Y viceversa.
Me parece que salió muy linda la nota y a ambos, según supe por Matu, les gustó cuando la vieron publicada.
Aquí transcribo la entrevista en "La Revista", que mis jefes titularon: "Leandro Larrosa un campeón de 16 años":
"La Argentina sigue produciendo deportistas jóvenes y talentosos. Leandro Larrosa, de apenas 16 años, es el piloto de off-shore más joven del mundo. El año pasado se coronó campeón argentino como acompañante de Daniel Scioli y desde hace menos de un mes, es el nuevo campeón sudamericano en su categoría.
Leandro es el hijo menor de Horacio Larrosa, el experimentado productor televisivo, que desde hace cinco años es el director periodístico de Canal 9 y el principal artífice del resonante éxito de "Nuevediario".
Padre e hijo está unidos por una misma pasión: la náutica. Horacio Larrosa fue el precursor a partir de la primera lancha que compró para pasear con la familia. Leandro que en esa época era muy niño, empezó de a poco a interesarse por conducirla.
"Hasta que -señala él mismo a LA REVISTA- a la edad de ocho o nueve años, ya la conducía yo. Un día unos pilotos amigos me propusieron probar una lancha de carrera y me gustó tanto el vértigo, y la velocidad, que desde ese momento tomé la decisión de competir profesionalmente".
También el productor se dedicó con gran entusiasmo a este deporte. Pero a raíz de un accidente que sufrió el año pasado, cuando a gran velocidad se le dio vuelta el catamarán y estuvo a punto de perder la vida, optó por abandonar la práctica activa. Aunque espera volver a correr este año, en alguna categoría menor. "Lo quiero hacer por simple placer, porque el talentoso en esto es Leandro. Le veo un brillante porvenir y no lo digo sólo como padre. En todo este tiempo ha demostrado que le sobran condiciones. Desde chico fue muy tranquilo y seguro, de modo que con mi esposa siempre lo vimos preparado para hacer grandes cosas. No tiene miedo y a pesar de su edad, nunca se sintió cohibido por competir con pilotos mucho mayores y más experimentados que él. Sólo le interesa ganar y se concentra en eso hasta conseguirlo".
En todas las competencias el joven piloto y su padre tienen bien definidos sus respectivos roles. Mientras Leandro conduce su catamarán a una velocidad de hasta 180kilómetros por hora, que en el agua parece el doble, Horacio Larrosa combina su actividad profesional con su rol de padre. En la mayoría de las carreras sigue el recorrido desde un helicóptero y lo filma para el noticiero.
- Leandro, ¿participaste alguna vez en otro tipo de competencias?.
- Cuando empecé con la náutica, yo ya tenía la experiencia de haber corrido en Karting, porque siempre me gustó la velocidad. En agosto del 87' hice mi primera carrera en catamarán desde las Cataratas del Iguazú hasta Buenos Aires. Luego corrí el Campeonato Argentino de Bote Neumático, hasta que en diciembre del mismo año me integré a la escudería de Daniel Scioli y obtuve mi primer triunfo con un catamarán de dos litros. 1988 fue para mí un año fantástico, ya que me consagré campeón argentino y en lo que va de éste, he logrado el Campeonato Sudamericano.
- ¿Seguís un programa de entrenamiento?
- Tengo un entrenamiento físico muy duro. Tres veces por semana hago aparatos y toda la gimnasia necesaria para poder soportar una carrera que puede llegar a durar de dos a cuatro horas, saltando constantemente sobre las olas y donde uno debe ir de pie para conducir la lancha.
- ¿A qué te dedicás aparte de la náutica?.
- Hago la vida normal de un chico de 16 años. Estudio, estoy en quinto año de Industrial y pienso seguir Ingeniería Electrónica. Tengo amigos y una novia, y me gusta mucho ir al cine y a bailar.
- ¿Tenés planeado ir a competir al exterior?.
- Lo voy a hacer en cualquier momento. Las posibilidades mayores están en Europa, ya que las mejores competencias se realizan en Italia, Francia, Saint-Tropez y el campeonato del mundo en Inglaterra. Me gustaría poder partidcipar en alguna o varias de ellas. El catamarán que utilizamos está capacitado para intervenir en cualquiera de estas carreras y yo particularmente me tengo fe como piloto.
-¿Y el papá qué dice a todo esto?.¿Va a acompañar a su hijo?.
- Seguro. Pienso pedirle un permiso especial a Romay, y estoy seguro que me lo dará, porque tanto él como yo le tenemos mucha confianza a Leandro".
Esa nota significó mucho para mí, por las consecuencias que tuvo. 1989 fue un año que me tocó de manera particular. Por malo y por bueno. Sin términos medios.
Me despidieron en muy malos términos de "La Revista". También sufrí la agonía y la muerte de mi abuelo materno. Y el alejamiento del novio de entonces, luego de haberle descubierto que tenía otra novia.
Cuando ya estaba decidida a irme a probar suerte en Puerto Rico, donde tenía algunos contactos por haber sido por un tiempo la corresponsal de la revista "Vea", llegó el llamado de Larrosa.
El día que le hice la entrevista, Horacio me preguntó si me gustaría trabajar en televisión. Le dije que sí, porque hacía tiempo que estaba necesitando un cambio en mi vida profesional. Lo que menos me imaginé, luego de dejarle el teléfono, era que siete meses después me iba a hacer llamar con su secretaria Graciela.
Seguramente él esperaba encontrar una cronista, pero las cosas no se dieron. Una porque yo no estaba preparada para tamaña responsabilidad y otra porque el camarógrafo que me envió para hacer una prueba de cámara, no estaba de buen humor y se quería ir lo antes posible.
Yo lo entiendo. Luego de una larga jornada de trabajo, que venga tu jefe y te pida que vayas a hacer una nota para una prueba, a las 7 de la tarde y con una desconocida. Cómo no se iba a contrariar.
Esto lo cuento, porque pasado mucho tiempo en "Nuevediario", donde ya había conseguido un pequeño espacio como nexo con los corresponsales del interior, fue el propio Alberto Speltini, a él me estoy refiriendo, quien me contó lo molesto que estaba ese día en que quería volver a su casa y fue obligado a hacer la nota conmigo.
Me confesó que no sólo le puso poco entusiasmo al trabajo, sino que cuando Larrosa le preguntó qué le había parecido yo como cronista, me bajó el pulgar.
Nunca le guardé rencor por eso, porque era obvio, yo era una principiante en la tele. Y tenía que aprender de cero, como lo hice finalmente.
Luego de mi accidentada nota de prueba, no esperé que Larrosa siguiera confiando en mí. Por eso me sorprendí cuando al día siguiente me llamó para decirme que "lugar para cronista no tenía para mí, pero uno sí como productora". Y no lo dudé. Acepté. Yo quería estar en ese equipo de profesionales y personajes de la "puta madre".
Entré a un mundo nuevo, donde se jugaba en Primera, porque el noticiero era líder y todos los demás querían ganarle. Había que estar dispuesta a trabajar de sol a sol, sin descanso, si era necesario. Ese era el espíritu de Horacio, que nos contagiaba día a día. Y ojo con fallarle.
A 22 años de aquello, sigo pensando que no sé nada, que todos los días estoy dispuesta a aprender algo nuevo. Dispuesta a dejar lo máximo en cada tarea, porque soy parte de un engranaje donde hay que saber hacer de todo en la Redacción. Y me quedó grabada de por vida la enseñanza de Larrosa: "Periodista se es los 365 días del año, las 24 horas del día".
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4 comentarios:
Querida Yayi
Emocionante y fiel relato de tus comienzos en Nuevediario. Recuerdo esa nota y recuerdo tambien cuando Horacio me comento que se iba a incorporar una productora al equipo. Se que no fueron comienzos sencillos para vos (no era un lugar facil jeje) pero tu capacidad de trabajo, ganas y lealtad "marcaron la diferencia" como decia Quique Moltoni.
Como dije antes, al releer esta nota tuya me vinieron a la mente las carreras de Leandro desde los gomones hasta su exito junto a Daniel y el accidente de Horacio ese 18 de septiembre de 1988. Yo siempre lo saludaba para ese, su "segundo nacimiento" porque realmente la paso muy mal.
Tal vez en tu cabeza, Yayi, tengas como yo todos los coaxiles, satelites y corresponsales que sacabas "de la galera" para cumplir con las exigencias de Horacio y de Nuevediario. Cuantas veces has hablado, por ejemplo con Vecchiarelli (que Dios lo tenga en la Gloria)y tambien rabiado para pedirle las notas de Mardel.
En esa epoca de los fax, cuantos angustias y sufrimientos teniamos hasta saber que no estaban ocupados.
Y tus peleas con "Finito" Fernandez por los satelites!, como en la Copa del Mundo Italia '90 cuando nos llegaron las imagenes con audio en italiano!!
Querida Yayi..hemos compartido tantos momentos alegres y tristes y tal vez en algunos de los ultimos fui responsable por mi juvenil impetu!
Tal vez ese "mal dia" de Alberto Speltini fue el que te abrio las puertas de Nuevediario y las cosas en la vida, siempre pasan por algo...
Un beso y gracias por recordar a Horacio y los comienzos de Lea...Sabes que lo unico que nos separa es una camiseta de futbol!!
Besos!
Gus: Pensé que se había grabado mi devolución, pero veo que no fue así. Quería comentarte que tenía mucha necesidad de contar cómo fue mi llegada al noticiero, porque sé que mucha gente dudó sobre "qué tipo de arreglo hice para siendo una novata, haya ingresado al noticiero". Fue tal cual. Y no estoy enojada, por lo que habrás notado, con Speltini. Tenía que ser así. Yo debía empezar de abajo y lo hice. La cámara no es algo que me atraiga, me gusta estar detrás. Me gusta la cocina del noticiero. Lamento sí, que sólo en tu última parte en el noticiero, te diste cuenta que yo no tenía mala leche. Y tuvimos poco tiempo de amistad. Pero en suma, vale. De lo contrario, no seguiríamos comunicados. Gracias por leerme y enviarme tu parecer.
Gracias a vos Yayi...Y la verdad, como decis, lo que suma vale y tal vez parte del crecimiento de uno como ser humano deba ser reconocer errores y tratar de rectificar las cosas mal hechas...Aun somos jovenes, jeje, asi que tendremos si Dios quiere muchos años de amistad!! y ojala la vida nos vuelva a trabajar juntos..Un beso enorme..
Gus: Si volvemos a trabajar juntos, siento que va a ser muy diferente. Ambos nos respetamos y lo mejor es que nos hicimos amigos. Te mando un beso.
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