jueves, 29 de noviembre de 2012

SILVIO RODRÍGUEZ EN EL LUNA PARK 2012


A un año de su anterior visita a la Argentina en el estadio de Ferro, Silvio Rodríguez se presentó esta vez el 23 y 24 de noviembre en el Luna Park, y el 26 en el estadio de Unión de Santa Fe.
No me lo quise perder, por eso apenas se pusieron las entradas en venta, en septiembre, me acerqué a comprarla en el Luna Park.
 Me pregunto cómo hizo la gente que acaparó los primeros lugares. Tal vez las adquirió por internet, porque aún habiendo ido a partir de las tres primeras horas de ponerse en venta, sólo pude conseguir Fila 8, asiento 43. Bastante lejos para mis aspiraciones de grabarlo y fotografiarlo con mayor claridad.
Con un sombrero blanco y un bigote horrible que lo hacía más viejo, así se presentó Silvio en Buenos Aires, ofreciendo un repertorio con más temas de "Segunda Cita", su último disco. Pero sin que faltaran los grandes clásicos como "Mujeres"...
Pasan los años y Silvio siempre tiene en el Che Guevara a un referente para dedicarle sus canciones. Así le dio vida a un tema tierno y revolucionario como "Tonada del albedrío"...
Hubo algunos temas que no grabé, pero los que incluyo en este escrito están en el orden en que fueron interpretados por mi ídolo.
"Segunda cita", que le da título a su último álbum, es una exquisitez para disfrutar con atención...
Después llegó el turno de "Judith", en una grabación que hice muy abreviada, sólo como referencia...
"El necio", con su letra desgarradora, es siempre uno de los temas más aplaudidos y que despierta silbidos y abucheos en la parte donde dice:"...Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo..."
Después vino un tema que amo entrañablemente por una connotación personal que no voy a mencionar. Es "Santiago de Chile", una pintura de la caída del gobierno de Salvador Allende...
Luego interpretó "El escaramujo", uno de sus últimos éxitos...
Poco después Silvio se tomó un pequeño descanso y dejó en el escenario al baterista Oliver Valdés Rey y a los integrantes del grupo Trovarroco: Rachid Abraham López Gómez, en guitarra; Maykel Erik Elizarde Ruano, que la "rompió" con el tres; y César Eugenio Bacaro Laine, en bajo. Se llevaron una merecida ovación de todos. A su regreso, Rodríguez nos llenó el corazón con "Ángel para un final"...
Después se sucedió una seguidilla de bises, porque el estadio colmado no quería dejarlo ir. En ese momento decidí mudarme hasta el borde del escenario, para poder grabarlo mejor...
Fue el comienzo de los clásicos del cubano, los que no pueden dejar de estar en sus conciertos, "los que sabemos todos", como "Óleo de una mujer con sombrero"...
Para ese entonces el Luna Park se venía abajo y Silvio no paraba de agradecer tanto cariño de su público
fiel...
Con tantas vueltas al escenario, no se podía ir sin interpretar el maravilloso "Ojalá", con un coro de más de
10 mil espectadores....
Mi pulso no pudo resistir los empujones de más y más fanáticos que se arremolinaron al pie del escenario. La fiesta que duró más de dos horas, llegó a su fin.
Silvio se despidió de su público y ya no volvió a salir...
La noche de magia, de excelentes canciones, de reencuentro con uno de los máximos artistas de Latinoamérica, había terminado. Ahora habrá que esperar la próxima visita. ¿Cuándo?, no se sabe. Pero siempre estamos esperando al gran Silvio Rodríguez...

domingo, 25 de noviembre de 2012

VUELTA A CASA EN MEDIO DEL TEMPORAL DEL 8.11.12


El viernes 8 de noviembre de 2012 me tocó atravesar la ciudad de Buenos Aires, desde el barrio de Colegiales hasta Constitución, en medio de uno de los peores temporales del año.
Fue pasados algunos minutos de las 12, a la salida de Canal 9. La lluvia había comenzado a 11.55, de modo tal que me tocó el momento más álgido, cuando el agua caía a baldazos, al menos sobre la zona de Colegiales.
El grado de intensidad lo noté apenas subí del sótano, donde están todas las producciones, hacia el patio de estacionamiento, al que hay que cruzar para ir hasta la sala de guardia, donde está la puerta del canal, en Dorrego 1782.
En esos pocos metros me empapé, porque llevé el paraguas de cartera, que se me dio vuelta por el viento y no tuve más remedio que cerrarlo. De todos modos, mi intención no era quedarme a esperar hasta que merme el agua, porque en esa zona de la Capital Federal, siempre termina inundándose y e iba a ser muy difícil conseguir un taxi más tarde.
Lo sabía por experiencia. Hace varios años, cuando salía a las 18, por quedarme a esperar hasta que pare la lluvia, no sólo salí caminando sobre el agua, sino que tuve que refugiarme en una concesionaria de autos que hay sobre la calle Niceto Vega, porque no pasaba ni un colectivo y menos aún un taxi.
Hasta que finalmente pasó un 168, repleto. Subí igual. No había más remedio. Pero nos quedamos varados en el Puente de Juan B. Justo, porque estaba inundado y no se podía avanzar. Cuando bajó un poco el agua, recién pudimos seguir viaje.
Ese día llegué a mi casa a las 9 de la noche. Una odisea inolvidable.
En esta oportunidad, cuando había pasado el control tradicional de bolsos y carteras, vi que un taxi se había detenido en la puerta. Era Marcelo Antín, el director ejecutivo del noticiero de la tarde que llegaba al canal. Le hice señas para que le avise al taxista que me espere. Así que salí corriendo y subí para comenzar un recorrido, muy largo y complicado, que fui registrando en fotos primero y videos hasta el final.

 
Desde Dorrego tomamos Niceto Vega. Yo le pedí al taxista que me lleve después derecho por Cabrera. Alcanzamos a cruzar el puente de Juan B. Justo, que recién comenzaba a llenarse de agua.
Pero íbamos en dirección a Scalibrini Ortíz, cuando vimos que era imposible seguir adelante porque la lluvia incontenible había inundado la calle y había subido a la vereda.
Al ver los autos que se iban quedando, el taxi decidió doblar por Thames y bajar luego por la primera calle que estuviera en condiciones.
Sin embargo, a medida que avanzaba, todas las calles en esa zona de Palermo estaban igual de inundadas. Entonces le dije que siguiera directo a la Avenida Corrientes.
Ya estábamos en Villa Crespo, bajando por Corrientes, una avenida que tenía entendido no se inundaba nunca.
Nunca hasta ahora, porque gracias a la basura acumulada, no tardaron en cerrarse los sumideros. Aunque en la calle se podía circular, sobre todo tomando el carril central, pero en las veredas veía el esfuerzo de la gente para esquivar de manera imposible el agua acumulada en las bocacalles.
El mismo taxista me decía que nunca había visto a Corrientes de esta manera. Aunque la lluvia había empezado a mermar, todas las veredas tenían agua.
Le dije que lo mejor era seguir por las avenidas. Así que le pedí que gire por Pueyrredón.

 
Las nubes oscuras que se veían en el tramo entre Corrientes y Bartolomé Mitre, no tardaron en dar lugar a una nueva lluvia torrencial.
Estábamos en Balvanera, circulando entre colectivos y taxis, mientras el agua volvía a caer a mares y las calles volvían a convertirse en un río.
Por suerte ya faltaba poco para terminar el raid. Sólo había que tener un poquito más de paciencia.
Un poco húmeda por la primera mojadura al salir del canal, llegué a casa. Me lamenté por los setenta y cinco pesos que me salió el viaje. Pero valió la pena pagarlos. Había sorteado con éxito el diluvio en Buenos Aires.

sábado, 17 de noviembre de 2012

VÍCTOR LAPLACE Y SUS DOS SUECAS



Cuando la popularidad de la sueca Alexandra Larsson trascendió tras su participación como una eximia futbolista en "Showmatch", era obvio que si tenía "algún muerto" en el ropero, se iba a saber. No pasó demasiado tiempo en que comenzó a hablarse de un video hot con su ex novio y tres jóvenes más.
Seguramente por estar en un programa de corte familiar, no quedaba muy bien ese antecedente. Había que limpiarlo o al menos suavizarlo, porque como siempre digo "el ráting es Dios". No sólo se hizo intervenir a la Justicia, que allanó el departamento del ex novio y se quedó con el video, sino que hicieron aparecer como víctima a la chica.
La mayoría de la gente se lo creyó. Es que no se podía dudar de una jovencita tan linda, con una carita tan dulce y que hace feliz a Tinelli y a los hombres por sus dotes con la redonda. Y sin necesidad de hacerse la mujer fatal con el "1" de la tele o cualquier otro famoso.
Pero aunque a mí me cae bien porque es muy simpática, no le creo nada respecto al video en el que fue "obligada" a hacer lo que no quería. Porque desde que tengo uso de razón, siempre supe que las mujeres y hombres de nacionalidad sueca viven su sexualidad con total libertad.
Es decir que para ella debe haber sido algo muy natural tener relaciones con cuatro hombres a la vez.
Esto me trajo a colación la entrevista que le hice a Víctor Laplace, allá por 1988, cuando protagonizó una coproducción argentino-sueca, que al principio se llamó "Extrañas exploradoras" y finalmente le pusieron "Extrañas salvajes".
Se trataba de una película clase "B", olvidable para cualquier artista tildado de "serio". Pero el dinero no venía nada mal. Fue así que se formó un elenco con grandes actores argentinos, como Laplace, Emilia Mazer, Ana María Giunta, Manuel Callau, entre otros, y cinco chicas suecas muy lindas y no mayores de 22 años, como para justificar la coproducción.
Los suecos, además de las chicas, pusieron al libretista y se hicieron cargo de la mitad de la producción, y de poner buena parte del dinero.
La filmación fue en una zona boscosa de Tigre, que encontraron como el escenario ideal para la historia del antropólogo que aparece en una isla, rodeado de unas amazonas rubias.
Víctor fue siempre un seductor y a sus pies no sólo cayeron argentinas, sino también varias extranjeras que vinieron a trabajar a la Argentina, tal fue el caso de la española Charo López.
 Para nuestro galán el idioma sueco no fue ningún impedimento para conquistar no a una, sino a dos integrantes del elenco de aquel país. Pero a la vez. Porque para las chicas era lo más normal del mundo compartir un hombre. Y Laplace se sintió por eso en el mejor de los mundos.
En la charla previa con el actor, salió a la luz el trío amoroso y tanto a mí, como a mi fotógrafo, Miguel Ángel De León, nos pareció divertido jugar con eso.
Ese día se hicieron las fotos de algunas escenas de la película y quedamos con Víctor y sus dos chicas en hacer el resto de las fotos en el hotel donde ellas se alojaban, y con un vestuario más formal.
En el reportaje, ambas chicas me dijeron que estaban encantadas con Víctor, que les había gustaba el desenfado para conquistarlas, que no eran celosas entre ellas y que las dos le habían propuesto casamiento.
Todo muy irracional, pero a su vez atractivo. Sin embargo, cuando volví a la revista "La Revista", el director Rubén Tizziani, que era amigo de él, me obligó a darle una vuelta a la historia, porque así como era en realidad, no podía publicarse.
Entre las dos chicas había que elegir a una como la novia de Víctor Laplace. Y la otra debía quedar indefectiblemente afuera, como si no existiera. Me dio mucha pena porque la descartada se vistió para la ocasión y posó para todas las fotos que Miguel Ángel le pidió que posara.
Entre las dos, mi jefe eligió a María Edstrom, de 18 años, para el papel de única novia del actor. De modo que en la entrevista eliminé todo lo dicho por la otra chica, que no recuerdo cómo se llamaba, y quedaron sólo las declaraciones de María y de Víctor.
En la nota con los tres, me gustó la naturalidad de todos de vivir el momento, sin pensar en el mañana, porque era obvio que una vez terminada la filmación de película, no se verían más. Y así fue.
Aunque Laplace dejó guardado en su placard esta película, por no estar a la altura de la mayoría de sus trabajos, en lo personal, no creo que se olvide de haber dormido con dos suecas muy lindas y a las que doblaba en edad.